Margas se encontró un Rolex ¡A quién le importa!

Margas se encontró un Rolex ¡A quién le importa!

19 Julio 2008
LUN nos entrega esta "trascendente" información en portada... Por suerte, en la panorámica diaria, vemos como alternativa la creciente fuerza de los diarios ciudadanos. Por Sergio Vásquez O.
Sergio Vásquez Ochoa >
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Este titular ocupó hace unos días toda la página de portada de un diario de circulación nacional (LUN), que debe tener uno de los más altos equipos profesionales del país, los mayores tirajes de diarios, es parte del más poderoso clan económico del periodismo nacional y trabaja incansablemente para ofrecer este producto a 16.000.000 de habitantes.
¿Quién estará mal? ¿Lectores ávidos de lectura banal o un director embrutecido en las metas de procurar más utilidades al patrón, basado en la teoría de la ignorancia y la vulgaridad de sus lectores?
Y una vez más decimos: "cuanto nos falta para superar las etapas del subdesarrollo, que no nos abandona, por la fuerza de nuestras acciones diarias". Por mucho que el mensaje oficialista señale que estamos entre los mejores del mundo, porque las estadísticas lo dicen, a la vista ofrecemos un producto vergonzoso a la lectura para otros países.
En la panorámica diaria, vemos como alternativa la creciente fuerza naciente de los diarios ciudadanos, por obra del avance de las comunicaciones, cuyo primer paso ocurriera en Arica con El Morrocotudo y al que se suman Antofagasta, Coquimbo, Valdivia, Puerto Montt, Temuco, Rancagua, Llanquihue y Talca.
Por fin hay espacio para la opinión pública, el cual es ocupado por corresponsales voluntarios de las más diversas formaciones, los que se hacen cargo de comunicar y enfrentar la problemática diaria del país, transformándose en propuestas y diversos análisis sin regulación en busca de la verdad.
Estamos viviendo una nueva era en la opinión ciudadana, en la participación ciudadana, ese sueño tan anhelado, que se vuelve el canto de sirena de los políticos embaucadores (la prometida Ley de Participación Ciudadana, duerme en algún recóndito lugar del Congreso).
Esta nueva forma de expresión ciudadana debe potenciarse y por supuesto afinarse, en las formas, en el desarrollo de la tolerancia y el respeto en las opiniones libres, sin embargo es un avance muy productivo, sin duda alguna.
Los espacios de apoyo ciudadano permanente, por la forma del diario digital, son un potencial de gran servicio a la comunidad y nos satisface, como Asociación de Consumidores, apoyar cada día a los ciudadanos en los temas expuestos.
Todos tienen las puertas abiertas, la juventud, las organizaciones sociales, los dirigentes, los profesionales, los políticos, los religiosos, etc. Al menos, ésa es mi visión y la esperanza de días mejores en la construcción de una sociedad más justa y democrática, a partir de esta loable opción.
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Lamentable, como lamentable

Lamentable, como lamentable el lenguaje usado en La Cuarta, y también en la televisión. Se hace periodismo vulgar, sin pensar en los derechos de la gente de estar informado y tener acceso a medios de nivel.

Estos medios vulgares instalan una realidad, una jerga y una línea de pensamiento, que perpetúa la mediocridad, la vida fácil y el oportunismo. Los chilenos no se merecen ser bombardeados de groserias y situaciones que no tienen ningún valor.

Es hora de hacer ver la verdad, de calificar de vulgar cierto tipo de periodismo, de denunciar lo superficial, de protestar por una información veraz y útil.

Lamentablemente, las alternativas que se dicen serias, La Nación, El Mercurio, La tercera, adoptan posturas interesadas que al leer los distintos diarios, no se sabe en que país se esta viviendo. Justifican lo injustificable y critican lo incriticable.

Parece que a alguien le interesa que la ciudadananía sea una masa ignorante, con valores pasajeros y con solo deseos de ser entretenida con el escándalo de turno. De muestra un botón: La diosa del Metro.