Algo sucedió antes que Fernando González le ganara a James Blake, en el momento más álgido sí, y lo que fue el gran aliciente para pasar a la final de Beijing.
¿Pasó inadvertido, o nos hicimos los lesos?
Bueno, que más da, veamos….
Bernárdez, el árbitro del partido aquel, si, el morenito brasileño Juez de Silla, en un mínimo gesto, pero inmenso para la historia del deporte chileno, norteamericano y olímpico, vino a poner una nota, un aire de justicia, en la inmensa historia de desaciertos, saqueos y chuecuras en que se ha visto sumido y perjudicado el deporte chileno, y aunque a todos nos consta por las repeticiones, por el público que estaba en el court, y por el sonido que hizo la pelota mandada por Blake en el encordado de la raqueta del chileno, y que le habría dado el punto al gringo en un momento crucial del partido.
Bernàrdez, en un "hecho sin precedentes" se lo dio a Chile.
Al árbitro lo conozco, pues viene para todos los ATP de Viña, y es un caballero.
Con su elegante modo de ser, andar y de arbitrar, se ha ganado la admiración de los que profesamos amor por el deporte blanco y nos toca trabajar periodísticamente para el verano en Viña. Es simpático, además habla español, y le encanta Viña del Mar.
Digamos también que es uno de los mejores árbitros del tenis mundial. No en vano arbitró la semifinal olímpica de Blake y González. Pero lo que es más extraordinario es lo que viene a continuación.
Fíjense que Carlos Alberto Bernárdez Junior, con esa “equivocación”, que a mi juicio es “divina”, y un poco dando la mano a “Mano de Piedra” e ignorante de toda una historia dijo: “ahora le toca a Chile”.
Algunos ejemplos de ocasiones deportivas en que hemos salido perjudicados:
Cuando en 1928 en Amsterdam, Manuel Plaza, no pudo quedarse con el oro, hayan o no habido manos negras.
Cuando el “Tany” Loayza, luchando por un título mundial, y a punto de ganar, fue pisado en un tobillo por un árbitro mala leche, que pesaba más de 100 kilogramos y de nuevo rumiamos la desesperanza.
Cuando Arturo Godoy, era “desequilibrado” en las tarjetas de los puntos, cuando había peleado como un verdadero “Toro de la Pampa Salitrera”.
Cuando Adolfo Neff fue empujado con pelota y todo dentro del arco, por Giachello, en la definición de Colo-Colo contra Independiente por la Copa LBT "73, en el Centenario y arbitraba el “rarísimo” Arpi Filho, también brasilero. (¿Será una vuelta de mano?).
Para qué decir el penal que cobró Buchardeaux a Ronald Fuentes en Francia contra Camerún, que produjo úlceras, colitis, y vidrios quebrados.
Cómo no saberlo y “paladearlo ácidamente” si estuve ahí y viví la emoción al revés…
En fin, de cuántos saqueos, robos y en despoblado. Por eso además hasta le encontraron razón al “Guatón” Santibañez, cuando se le acusó de enfriar las “canicas” del balotaje para un Sorteo de Copa Libertadores.
Luego ya la historia se transforma en leyenda, y hasta ahí no más llego.
Quisiera no obstante rescatar lo de Bernárdez, que para mí no pasó inadvertido. La pelota tocó la raqueta de González y era punto de Blake, lo que sin duda habría cambiado la historia del partido, de la medalla, del mundo tenístico.
Este año cuando venga Bernárdez para el ATP, seguro que le entrevisto y le pregunto, en una de esas. Capaz que se haga el leso, y le comprenderé.
Foto: BBC
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