La Maldita Primavera

La Maldita Primavera

02 Septiembre 2008
Primavera es brote de juventud, savia nueva que recorre todo nuestro cuerpo y nos vitaliza el espíritu. Es el período del amor, del romance, de los suicidios pasionales, de los encuentros y desencantos de pareja. Por H.P.White
Hugo Pérez White >
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Cada persona tiene su opinión sobre sí misma, sobre los demás y sobre las cosas que intervienen en su vida, pero respecto a la satisfacción o agrado que producen las estaciones del año en el estado psíquico o emocional, ello es relativo.
Sin embargo, a la luz de las encuestas, pareciera ser que hay más literatura acerca de la Primavera y se define como el período del amor, del romance, del renacer a la vida, de los suicidios pasionales, de los encuentros y desencantos de pareja, casamientos, divorcios y para qué seguir nombrando situaciones que son de todos conocidas y pese a todos estos desencuentros, la primavera es la estación que nos llena de optimismo.

Cuando pasa el invierno, cumplimos primaveras y no cumpleaños y así nos sentimos más jóvenes. Brotan los árboles, las plantas empiezan a crecer, emerge el pasto tierno, verde y altivo y los pájaros expresan su alegría con su alentador trino matinal.
Primavera es brote de juventud, savia nueva que recorre todo nuestro cuerpo y nos vitaliza el espíritu.

Los niños escriben en sus cuadernos composiciones sobre la Primavera y los volantines empapelan el amplio azul del cielo, haciendo picadas suicidas o balanceándose cual magistral bailarina en el escenario.
Los corazones aparecen en las plazas y en las cortezas de los árboles sangrando con gotas imaginarias y adornan las páginas de los cuadernos de los adolescentes, con las iniciales de su amor platónico de la amiga que le agrada. Todo este paisaje emocional corre por nuestras venas y todo por la Primavera tibia y sensual.
Para los chilenos es doblemente importante esta época del año, porque es el mes de la Patria, la Libertad y la Independencia. Acontecimientos todos celebrados por la comunidad entera y cada uno de acuerdo a sus posibilidades.
Chicha en cacho se brinda en los desfiles y la parada militar, símbolos de la paz y la amistad en estas fiestas. Empanadas fritas saturan el aire fiestero en fondas, ramadas y hogares chilenos.
Aunque algunos chilenos no saben lo que es la Patria, no conocen la cueca como nuestro baile nacional, no saben quién fue Bernardo O’Higgins el Libertador de Chile, ni cuántos años hace que somos libres del coloniaje español, en el ambiente se siente, y en lo más profundo del corazón se enraízan las costumbres del patrimonio cultural.
Cada uno a su manera de pensar celebramos las fiestas patrias, aunque la imagen televisiva poco aporte a fomentar los valores patrios.
Es de esperar que el medio más potente de influencia colectiva como es la televisión, entregue programas que fomenten los valores de la chilenidad.
Foto: andino
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