La Estrella de Chile

La Estrella de Chile

17 Septiembre 2008
La bandera de la Jura de la Independencia de Chile (1818) posee al interior del pentagrama, una estrella de ocho puntas , es decir, la Estrella de Venus, la estrella más bella, el Lucero de la Mañana y de la Tarde. Por Rafael Videla Eissmann
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La bandera de la Jura de la Independencia de Chile (1818) posee al interior del pentagrama, una estrella de ocho puntas , es decir, la Estrella de Venus, la “estrella más bella”, el Lucero de la Mañana y de la Tarde, Yepún – Oiyehue en la tradición de los araucanos, de los mapuches, u hombres de la tierra, como lo ha registrado el cronista Antonio de Herrera, en su Historia General (1729), quienes de seguro, la habrán heredados de los primeros hombres o Lituches. El símbolo de Venus, se halla ampliamente difundido en la iconología de las culturas aborígenes de nuestra tierra, como por ejemplo, en numerosas piezas cerámicas y textiles halladas a lo largo de Chile, como también en petroglifos y geoglifos. En ese sentido, una de las manifestaciones más remotas de este símbolo sagrado, se encuentra en los objetos líticos geométricos, o estrellas de piedras de los Chiles o Chalingas, con una datación de alrededor de 11 mil años.
El símbolo de la estrella de Venus, como estrella doble, se encuentra asimismo, en el Libro Becerro del gran conquistador y fundador de la ciudad de Santiago, don Pedro de Valdivia y su hueste y en los atuendos de la Virgen del Carmen, patrona de Chile y del Ejército. El símbolo venusino, se esculpió también, en un Escudo de Leones que debía coronar una de las entradas del Palacio de la Moneda, pero que sin embargo, hoy se encuentra en el Cerro Santa Lucía.
De alguna u otra manera, el símbolo de la luz más bella, se ha preservado en la memoria espiritual y colectiva de los habitantes de Chile, a pesar del tiempo y su huella; se ha preservado, a pesar de las distintas tendencias políticas y sociales -de manera transversal- que conscientemente o no, han buscado siempre mirar hacia el futuro y hacia adelante, quimeras e ilusiones y nunca, ¡nunca! hacia atrás, hacia el pasado, hacia los orígenes.
Por todo esto, sería un hecho trascendental si se estampase nuevamente este símbolo, la estrella de Venus, la luz más bella, en la Bandera de Chile, como expresión de nuestra identidad y soberanía frente a las aguas del globalismo y el diluvio.
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