Crisis Financiera de EEUU: Con Ojos de Antofagastino

Crisis Financiera de EEUU: Con Ojos de Antofagastino

16 Octubre 2008
La incertidumbre tiene a todos en las cuerdas, hay temor de perder la casa, el trabajo, los ahorros y el estilo de vida consumista que los caracteriza. Acá en medio de la crisis, les cuento que está pasando. Por Cristian Rojas-Lazic
Cristian Rojas-Lazic >
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Vivir en Estados Unidos ya no es la gran garantía que era antes. Aún estando en Chile en el 2001, fui testigo por televisión de los atentados a las Torres Gemelas y –como muchos- pensé que ese sería el punto de cambio para este país. Ya adentro por más de 3 años, puedo decir con certeza que los cambios que se viven hoy son muchísimo más grandes que sacarse zapatos y despojarse de agua, cremas, y cuanto objeto metálico tengas puesto para poder entrar a un avión. La crisis que hoy tiene sumido en la incertidumbre a este país ataca lo más importante a lo que todos aquí se aferran, su casa, su trabajo, sus ahorros, su consumismo.
¿Hubo alguien que advirtiera esto? Los expertos financieros dirán que sí, pero la verdad es que la gente no tenía idea. Desde finales del 2007 que aquí la gran preocupación eran los precios de la gasolina. No hay autos más grandes, más chupadores, y más lujosos que los que se ven aquí en cualquier calle, y la gasolina nunca fue un problema para hacerlos andar, dinero para ello sobraba.
Mi primer estanque de bencina lo llené con 27 dólares, el mismo auto 2 años después me salía 40. Mi auto era pequeño –compré otro más chupador recientemente- pero aquí cualquier familia tiene “al menos” un auto que duele llenar de bencina.
Durante gran parte del 2008, lo único que se hablaba en las noticias eran los precios de las bencinas... irónicamente hoy nadie se interesa en que el barril de petróleo está en el más bajo precio en meses. Ahora la preocupación es otra.
No hay casas más grandes, más lujosas, más “baratas” que en EEUU. Este país es una sociedad de dueños de tierra, eso lo escucho hasta el cansancio. Cualquiera puede tener una propiedad, cualquiera “debe” poder acceder a una vivienda.
El sueño al parecer se torno tan real que nadie se molestó en despertar. El gran causante de la crisis que hoy atormenta a este país es de hecho el Mercado inmobiliario.
Básicamente, la avaricia sin límites de vendedores y compradores rompió el necesario equilibrio. Mucha gente, tentada por bajas tasas de interés y la promesa de jugosos incrementos en valores de propiedades, comenzaron a comprar a destajo. Ni las agencias inmobiliarias ni los bancos vieron problemas en dar y dar préstamos a cuanta persona lo pidiera, incluso cuando no se disponía ni de un dólar para dar de pie por una propiedad.
Todo esto sumado a volátiles tasas de interés –que nunca bajaron como muchos esperaban- causaron que miles de propietarios no pudieran pagar, lanzando millones de casas en una caída libre donde el piso no era otra cosa que el remate total.
Bancos que no vieron nunca sus préstamos de vuelta han caído en un hoyo del que no podrían salir si no es gracias a la intervención del gobierno – gracias al llamado “Paulson Plan” o “Bailout” – donde se anunció la inyección de cerca de 1/4 de trillón de dólares en instituciones bancarias que hoy ven bodegas de seguridad sólo llenas de incertidumbre.
La crisis inmobiliaria no está ni cerca de ver el fin. Se estima que para mediados del 2009, 1 de cada 4 propiedades en EEUU estará “patas pa’ arriba”, o con un precio de venta menor que el total monto a pagar por el dueño.
Yo, no tengo una casa en EEUU, y no por esto veo la crisis de lejos. Con bancos sin dinero para prestar se hace difícil para cualquier compañía el pedir préstamos para financiar cualquier tipo de expansión.
Compañías han tenido que despedir gente a diestra y siniestra para poder hacer frente a reducciones en entrada de dinero.
El temor generalizado en la población ha llevado a una masiva caída en el comercio en general.
El Mercado automotriz ha visto el lado más feo de esto, con ventas que caen entre 15 a 20% durante Septiembre comparado al mismo mes de 2007.
GM (General Motors), el gigante automotriz, cerrará plantas antes del inicio del 2009: unos 2 mil trabajadores perderán empleos.
Dell, el gigante computacional, dirá adiós a unos 20 mil trabajadores.
Starbucks anunció el cierre de 600 tiendas en EEUU para el 2009.
El índice de desempleo en EEUU se empina cada vez más cercano al 10%.
Si algo bueno se puede sacar de esto, es el cambio total que este país está teniendo en la manera en que la gente afronta el nuevo “consumismo”. Autos económicos, una aberración para el standard de vida aquí, son más populares que nunca.
La gente se ríe de los que aún manejan abrumadoras camionetas y los famosos “Hummer”. La primera pregunta que se hace cuando se habla de un auto es ¿cuánto da por litro? El concepto de comprar propiedades “gratis” (0 pie) ya no existe y todos los analistas recomiendan un ahorro inicial (pie) de al menos 20%. Gente se aferra a lo que tiene como nunca, cambiar trabajos –otrora deporte nacional- no es una opción viable.
Vivir en Estados Unidos ya no es la gran garantía que era antes.
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Comentarios

Imagen de joaquín cortés araya

Por qué nadie explica la

Por qué nadie explica la forma en que el mercado resolverá este problema?; por qué nadie, de los adoradores del mercado, explica por qué el Estado de estados unidos ingresó tanto dinero, por qué el Estado chileno ayudó a cuatro bancos.

En este artículo por lo menos.

Nadie de los defensores del neoliberalismo se acuerda del mercado; hasta un ministro y un empresario antofagastino, René Piantini, ambos defensores de este sistema, han pedido que el Estado intervenga.

Por qué los legisladores no legislan para aumentar la participación del Estado en la economía; por qué me obligan a pagar impuesto y no piden mi opinión para decidir en qué se gasta (nadie me preguntó si la plata del Estado (yo y todos los que trabajamos) se debía facilitar a los cuatro bancos

Imagen de Juan Leonel

Hola! excelente articulo!

Hola! excelente articulo! muy bien redactado y bien detallado! nuevamente excelente!

Yo vivo en los Estados Unidos de hace 8 meses, especificamente en el estado de Nebraska, y curiosamente en la ciudad donde estoy no se ve lo que en las noticias hay, como los bancos cerrando, tiendas despidiendo gente! aca la gente toda sigue en sus trabajos, todo sigue muy normal. Quizas porque no es una ciudad tan grande (Omaha).

Imagen de Luisa Fajardo Nieto

Amigos de Diarios

Amigos de Diarios Ciudadanos, los efectos rebotes no es nada nuevo en aquellos que ya estamos acostumbrandos a ser abandonados por un sistema que no se hace jamas responsable de las concecuencias que pueden afectar nuestra economia es muy facil pedir que los dineros no se muevan, los que esperan obtener las migajas que otorga una jubilacion no pueden detener las necesidades que los abruman dia dia. lo que mas me llama la atencion es que para los que manejan grandes capitales existen clausulas que protengen sus inversiones, y por que para los que aportan el capital solo se entrengan perdidas.

Imagen de Antonio Sánchez E.

Muy interesante leer los

Muy interesante leer los comentarios de alguien que ve desde dentro, lo que ha nosotros nos llegan como noticias "macro".

Lo importante de estos comentarios es ver como estas crisis que muchas veces están en el comentario de analistas o economistas, afectan a personas, reales, con familias, cambian modos de vida, costumbres, afectan la ?cultura? de vida de pueblos completos.

Nosotros no estaremos lejos de también vivir efectos de esta crisis.

El que grandes naciones como Estados Unidos o los que componen la Unión Europea, disminuyan su consumo, tengan un menor crecimiento, o como se espera caigan en recesión, nos afecta, son ?nuestros clientes?, por lo tanto el valor de nuestras exportaciones se verá afectado y con ello también tendrá impacto en nuestro propio crecimiento y menor crecimiento, ya todos saben, es menos empleo. También son personas reales que no tendrán recursos para atender sus propias necesidades.

Es verdad también, que por una coyuntura que vivimos en los últimos años, esta crisis no sorprende en mucha mejor situación que la que enfrentábamos el año 98 o el año 2002, pero no estamos inmunes.