Eran las 12 y 47 minutos del 14 de noviembre de 2007, cuando sentimos un suave temblor que fue incrementando su violencia con los segundos. Resultó ser un terremoto de 7,7 grados en la escala de Richter, movimiento telúrico que cambió la vida de los habitantes de Tocopilla.
El puerto quedó en el suelo, las añosas construcciones del casco histórico quedaron como escombros y las que resistieron de pie, severamente trizadas. En total, dos muertos y 5 mil de las 7 mil viviendas de la ciudad dañadas.
Con Tocopilla a medio derrumbarse, la solución fue trasladar a los damnificados a barrios de emergencia. Gente que vivió toda su vida en los barrios tradicionales del centro tuvieron que dejar recuerdos, vecinos y lo que habían construido para mudarse a mediaguas instaladas en la periferia.
Al día siguiente, el panorama era desolador. El gobierno declaró zona de catástrofe, nombró a Javiera Blanco como Ministra en Campaña, y comenzó el desfile de ministros: vivienda, obras públicas, educación, salud, interior, todos llegaron al puerto anunciando soluciones. En ese minuto, pocos podrían aventurar el costo que tendría la reconstrucción.
Hoy, 365 días después, se han invertido 10 mil millones de pesos en reconstruir. Se espera que a fines de 2009 el 90 por ciento de las 3 mil 800 familias que tuvieron que instalarse en los 27 campamentos, ya estén instaladas en sus viviendas definitivas.
Son 3 mil 800 mediaguas, que fueron dotadas de agua potable, energía y servicios básicos. Poco a poco, se espera que los tocopillanos comiencen a volver a sus barrios. Los vecinos de las poblaciones Serviu, como la Padre Hurtado, Villa Los Andes y Eduardo Frei, ya se están instalando en las primeras de las 407 viviendas que se están construyendo, y que estarían listas en febrero de 2009.
En julio, cierran los contratos de las constructoras que construyen los barrios para los allegados, en el sector de Covadonga y Las Tres Marías. El casco antiguo tendrá que esperar, ya que por lo complejo de la reconstrucción individual, el proceso demorará hasta principios del 2010.
Aparte de las viviendas, el Plan Tocopilla contempla el mejoramiento de las rutas, habilitación de playas, un plan de descontaminación, la recuperación de espacios públicos, la recuperación patrimonial y espacios públicos, además de medidas de protección social y fomento a la pesca y la pequeña minería.
En palabras del intendente, Cristián Rodríguez, hoy es hora de conmemorar el terremoto, no de lamentar.
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