Betancourt, rescatada en julio junto con tres estadounidenses y 11 militares colombianos tras permanecer cautiva seis años en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se encuentra en visita en México, donde se reunió con el presidente, Felipe Calderón.
“Voy a aislarme, no me van a ver por un tiempo”, expresó Ingrid Betancourt a periodistas. “Necesito aislarme para escribir, y tratar de hacer algo que es necesario, que es dar testimonio de lo que viví”, agregó.
La ex candidata presidencial, de 46 años, reiteró que no se postulará por el momento a ningún cargo público en Colombia por motivos familiares y porque la política en este país, expresó, “no me parece atractiva y a veces francamente repugnante”. “No quiero moverme por aspiraciones personales”, afirmó.
“La solución armada es anacrónica”, consideró Betancourt, para quien las FARC deberían aprovechar el “momento histórico” que está viviendo una América del Sur con gobiernos mayoritariamente de izquierda elegidos por las urnas.
Betancourt visitó el jueves la Basílica de la Virgen de Guadalupe y el viernes finalizó su estancia en México reuniéndose con el presidente Felipe Calderón, a quien entregó una carta de su homólogo francés, Nicolas Sarkozy.
Desde que fue liberada, Betancourt ha permanecido bajo los reflectores, viajando por el mundo para reunirse con presidentes, activistas y figuras públicas como la cantante Madonna.
Betancourt, quien tiene también la nacionalidad francesa, no aclaró en qué país vivirá durante ese año, pero expresó que podría salir temporalmente del aislamiento en ocasiones especiales, como una eventual liberación de rehenes.
En las últimas semanas ha recorrido varios países de América Latina para impulsar la liberación de las personas que aún están secuestradas por las FARC.
Aprovechó, además, la visita para manifestar su solidaridad con México, que recientemente fue sacudido por casos de secuestro y muerte, como el de Silvia Vargas Escalera, hija de un ex funcionario.
La joven, hija de Nelson Vargas, quien fue director de la Comisión Nacional del Deporte durante el gobierno pasado, fue secuestrada el 2007, pero su muerte se confirmó la semana pasada, luego de localizar sus restos enterrados en una casa del sur de la capital.
“Cuando vengo a México, mi preocupación principal son los secuestrados económicos”, manifestó Betancourt.
El secuestro, junto con la violencia de los carteles de la droga, que este año ha dejado en el país más de 4.700 muertos, es uno de los problemas de seguridad más alarmantes en México, uno de los países con más plagios en el mundo.
Fuentes:
- AFP
- Reuters
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