Aunque nadie sabe aún qué ocurrirá este año con la crisis financiera mundial, que hizo sus primeros asomos en 2008, lo cierto es que hay un efecto, que varía día a día, y que además de golpear las bolsas internacionales, a los mercados más emergentes, también tiene una repercusión sobre la población y sus comunidades, que estiman se ven golpeadas por la cesantía, y el bajo consumo, eslabón que golpea al turismo y que ya se hace sentir en la Región de Antofagasta.
Para confirmarlo, quisimos averiguar qué está ocurriendo en San Pedro de Atacama, donde prevén una baja considerable del turismo internacional. Eso sí, el director regional de Sernatur, Gustavo Herrera estima que ésta se percibirá recién en invierno. "Quienes están llegando hoy y que lo harán durante el verano hicieron sus reservas meses antes de que estallara la crisis financiera, por lo que había una estabilidad que permitió que ello ocurriera, sin que se hayan producido bajas en los itinerarios, y por lo tanto en la cantidad de visitantes".
A ello se agrega que durante verano se contrarresta con una mayor cantidad de turistas nacionales, que llegan mayoritariamente en febrero y para semana santa. Sin embargo, se pronostica una baja considerable para el invierno, ya que si bien se considera que los extranjeros que llegan a San Pedro, principalmente franceses, alemanes y españoles, "lo hacen con reservas de antelación y un programa preparado de gastos y lugares por recorrer y visitar, la situación económica mundial varió, lo que necesariamente repercutirá en el turismo local. La baja será fuerte en invierno", afirma Herrara.
Para contrarrestar esta "inevitable situación", dice Herrera, el servicio tiene programado participar en una serie de ferias de turismo internacional para posicionar el destino entre los otros parajes naturales de Latinoamérica, y atraer no sólo a los visitantes, sino también a los grandes operadores de turismo mundial.
Este negativo pronóstico ya lo perciben algunos hoteles de la localidad. El Hotel La Aldea, que tiene nueve habitaciones y tres cabañas, por ejemplo, tiene sólo una reserva para mediados de año. "No hay nada todavía. Recién acabo de recibir una reserva para mayo. Olvídese de los meses que siguen. Está vacío", afirma una recepcionista, que prefirió no identificarse, y que asegura que "esto no ocurrió el año pasado, por lo que el hotel evalúa bajar los precios si es que la situación sigue así".

Sucursal de hotel
Este panorama se repite en el hotel Kimal, de 19 habitaciones, que para junio y julio tiene sólo un 40% de reservas, muy por debajo al mismo período del reservación que tenía a esta fecha del año pasado. "Enero y febrero estamos llenos. Marzo baja a un 80% y mayo a un 60%, pero luego ya la cosa cambia. Hay muchas lagunas, que esperamos llenar mientras avanzan los meses, pero ciertamente es menor la cantidad de reservas que teníamos del invierno a esta fecha", explica su administradora, Sandra Reyes.
Sin embargo, dice, "sabemos que no podremos escapar de la crisis", situación por la que han decidido afrontarla. Es así que el recinto hotelero decidió adelantarse e incluso invertir. Reyes cuenta que, aledaño al mismo hotel, se habilitará una especie de sucursal, con tarifas un poco más económicas, que les permitan mantenerse con visitantes, pese al mal pronóstico mundial. "El 2009 cobraremos una habitación doble a $ 105 mil. En la sucursal estará a $ 70 mil, con lo que esperamos atraer a quienes deseen economizar o que no pueden pagar lo que acostumbramos a cobrar a los turistas internacionales", dice.
La habilitación de una sucursal se decidió, señala la administradora, a raíz de los reclamos de los operadores turísticos, que están solicitando mayor austeridad, considerando que por cambio de año, todos los hoteles, incluidos los de San Pedro de Atacama, reajustan sus tarifas al menos un 10%, y al aumento sostenido de dólar, que no les conviene a los extranjeros, pues con cada incremento les resulta más costoso visitar Chile.
Así por ejemplo, si en enero un pasajero a 470 el dólar, pagaba cerca de US$ 102 por una habitación doble de $ 95 mil, en diciembre, con el dólar a 657, por la misma habitación debió cancelar US$ 144, situación por la que los operadores están solicitando flexibilizar el valor, situación que no ocurre, pues los recintos hoteleros fijas sus valores en forma anual, y ya incluso se aprestan a establecer los precios de 2010.
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