Sobre manuales, homosexualidad y cegueras varias

23 Julio 2009
Las personas que humillan, insultan y golpean a los homosexuales lo hacen porque piensan que son anormales. Los niños que se burlan y atacan a otro niño porque \'parece niñita\' lo hacen porque son socializados en esa convicción. Por Azun Candina
Pilar Pezoa Navarro >
authenticated user Corresponsal

Todavía recuerdo cómo, cuando tenía nueve o diez años y en el liceo de provincias donde estudiaba, mis compañeritos pegaban, insultaban y le manoseaban las nalgas a otro niño que había llegado de Santiago, porque era tan blanco y tan refinado al hablar, tan educado; porque en fin, \'parecía niñita\'.
Todavía recuerdo su cara de terror y sufrimiento y la manera en que trataba de hacerse invisible ante los ataques, mientras nadie hacía nada al respecto. Y jamás podré olvidar, y siempre será para mí como si hubiese sido ayer en la tarde, la muerte de mi amigo y compañero de universidad Hugo Beltrán Ángel, cuando todavía no llegaba a los veinticinco años, cuando acababa de titularse de profesor de historia, en el incendio de la discoteca gay Divine de Valparaíso, en septiembre de 1993, en un atentado homofóbico que aun no se aclara judicialmente.
Es una cicatriz y una llaga no sólo en mi pasado, sino en mi presente: cómo nuestro amigo Hugo murió esa muerte horrible, y cómo no faltaron gentes a quienes lo único que les importó fue preguntar, con los ojos brillantes de curiosidad, si Hugo era maricón.


En el mes de abril de este año, el Consejo de Pastores de Valparaíso y algunos altos representantes de la Iglesia Católica reclamaron contra un manual elaborado por el Movilh, el Movimiento por la Integración y Liberación Homosexual, que definiría la homosexualidad como una conducta normal, y que reconoce la existe de la transexualidad y la bisexualidad, además. La señora ministra de Educación, Mónica Jiménez, declaró que su ministerio no apoyaba la entrega del manual, pero que nada la facultaba para retirarlo. En junio del presente, la encargada del Programa de Convivencia Escolar del MINEDUC fue removida de su cargo por haber declarado que era un aporte bienvenido. El Consejo de Pastores declaró en el diario La Estrella que no era su intención atacar a los homosexuales, sino que no se enseñara a los niños en las escuelas que la homosexualidad era algo normal.
El obispo de Chillán, Monseñor Pellegrin, habría dicho en una declaración a la prensa que "en lugar de ser una ayuda para la libertad, es más bien una imposición de criterios sobre una orientación sexual". El diario La Estrella cita al pastor José Herrera, diciendo que "estoy seguro que cuando le preguntamos a los padres si les gustaría tener un hijo homosexual, casi el cien por ciento responde que no".

La ceguera de esas declaraciones es evidente. Las personas que humillan, insultan y golpean a los homosexuales lo hacen precisamente porque piensan que son anormales y anti-naturales. Los niños que se burlan y atacan a otro niño porque \'parece niñita\' lo hacen porque son socializados en esa convicción. Es decir, que ser homosexual es una desgracia y una aberración, algo que ningún padre querría en su hogar, según el Pastor Herrera: un niño que escucha comentarios como ése en su casa y su barrio, no creo que se sienta particularmente culpable por maltratar al chico afeminado que va a su escuela.

Y el absurdo va aun más allá. La cruzada \'anti-manual del Movilh\' sería por las familias chilenas, como declaró el senador Arancibia en el mismo periódico La Estrella. Es decir, la lógica sería que reconocer que la homosexualidad, la bisexualidad y la transexualidad existen y son normales es un ataque contra las familias chilenas. Pero no se aclara cómo y por qué lo sería. ¿Cuál es el argumento, en realidad? Que si las personas asumen que los homosexuales son normales, ¿aumentarán los divorcios, en nuestro país? ¿el embarazo adolescente? ¿la violencia intrafamiliar? ¿crecerán la cesantía, las deudas? Porque esos son los problemas que enfrentan las familias en nuestro país, hasta donde sé. ¿O pensará, tal vez, que si se habla a los niños de homosexualidad, se volverán gays y lesbianas, con el tiempo? ¿Pensará que los niños y adolescentes de este país no saben que existen distintas opciones sexuales, y que información como ésta va a revelarles ese gran y oscuro secreto? De hecho, y cuando se trata de homosexualidad, no es ella en sí misma, sino la homofobia la que suele destruir familias, convivencias y vidas: el padre que no le habla a su hijo porque piensa que es \'desviado\', la chica oculta en los rincones para ver a la chica que ama, avergonzada, asustada y aislada. De hecho, iría mas allá: sería interesante que el pastor Herrera se preguntara por qué habría padres que no querrían que sus hijos fueran homosexuales: quizás es porque existe gente como el pastor Herrera o el concejal porteño Jaime Barrientos, que los tildará de anormales y de pecadores y organizará campañas en su contra.

Eso es, finalmente, lo más ciego o frívolo de dichas declaraciones. Eso es lo que más asusta de ellas. Que no comprendan que no se trata de \'promover la homosexualidad\', sino de defender la vida. Que ataquen esa tarea supuestamente en defensa de la familia, de los niños y en nombre de Dios mismo, y que sus autores ni siquiera sean capaces de ver o reconocer cómo ayudan así a legitimar la violencia contra personas específicas, de carne y hueso, personas con padres y madres, con hijos y hermanos. Porque la homofobia mata gente y destruye vidas. Que ante ello cierren los ojos, que se cuenten a sí mismos que están a favor del familia y la libertad, de la paz y la buena convivencia, cuando lo que hacen es ayudar a perpetrar la humillación, la violencia y la ignorancia. Por supuesto, el Senador Arancibia o Monseñor Pellegrin jamás se ensuciarían las manos pegándole a una \'loca\' en la calle o deteniendo su auto para insultar al \'fleto\' o a la \'tortillera\'. Estoy segura de que me responderían que no, que cómo se me ocurre que ellos harían o apoyarían vulgaridades o crímenes como esos. Y yo les creería, si me lo dijeran. Pero la próxima vez que un brutal e indignado heterosexual decida insultar, golpear o hasta matar a un gay (a ver si así se le quita lo miéchica, ¿no?), ya no sólo podrá decir que lo hace porque él no soporta a los anormales y a los desviados, sino que hay autoridades religiosas y seculares, gente con cargos y poder, que piensan más o menos lo mismo que él.
Azun Candina Polomer
Académica, Departamento de Ciencias Históricas Universidad de Chile
Observatorio Género y Equidad

Comentarios

Imagen de Hugo Donoso Palacios

Estimada Sra. Pilar

Estimada Sra. Pilar Pezoa,

He leído su columna ?Sobre manuales, homosexualidad y cegueras varias?, donde usted expone sobre la homofobia y la violencia con que se suele tratar en nuestra sociedad, a personas con algún tipo de disfunción sexual y parto hablando de disfunción, porque esta condición no tiene nada de normal, como usted lo sostiene en su columna, del mismo modo que lo hace el manual de MOVILH.

El relativismo de hoy pretende hacer ver normal, lo que no lo es. Es el caso del homosexualismo, el aborto, el suicidio y otras conductas que caen en el ámbito de ?el derecho y la libertad de elegir?.

Concuerdo con usted en que la homofobia es inaceptable y la condeno muy decididamente. Es una práctica horrorosa porque los más fuertes ejercen su poder sobre el más débil.

Ocurre lo mismo a los bebés que mueren por aborto, donde el más fuerte ejerce su poder invocando ?la libertad de elegir?.

Le aclaro que el Consejo de Pastores de Valparaíso y algunos altos representantes de la Iglesia Católica no reclamaron por la ?normalidad? que este manual pretende darle a esta disfunción sexual, sino que protestan porque esta conducta u orientación sexual no está de acuerdo con la voluntad de Dios, que creó al hombre a su imagen y semejanza y de manera perfecta.

Las personas que humillan, insultan y golpean a los homosexuales están profundamente equivocadas e incurren en una conducta que no está de acuerdo con la voluntad de Dios. Eso es matonaje, el mismo que vemos en las escuelas y que se conoce como ?Bullying? y que no se condice con el segundo mandamiento que nos llama a amar a nuestro prójimo.

Quiero compartir con usted, una carta que le envié al señor Rolando Jiménez, Presidente de MOVILH, en respuesta a su rechazo por lo que él califica de homofobia, discriminación, inhumanidad y desigualdad.

Señor

Rolando Jiménez

Presidente

MOVILH de Chile

Presente

De mi mayor consideración,

Por medio de la presente, me atrevo a comentar la inquietud que ha generado en su sector, una ley vigente que impide a los profesores de religión que se declaran abiertamente como lesbianas y homosexuales, para ejercer su labor como profesores de religión, ley que usted califica de ?discriminatoria?, ?inhumana? y ?homo fóbica?.

Le invito a leer toda la carta y a no abandonarla al saber que proviene de un cristiano. De ser así, habrá surgido la primera diferencia entre nosotros, porque como hijo de Dios, me interesé en saber más sobre usted y de las inquietudes existenciales que le inspiran, lo que me llevó a visitar su sitio Web www.movilh.cl , cuyo contenido principal tiene que ver con una lucha por conseguir ?igualdad de derechos?, terminar con la ?discriminación?, combatir la ?homo fobia? y lograr el respeto y reconocimiento social de las ?minorías sexuales?.

En el marco de la verdad, el respeto y el amor al prójimo en que nos desenvolvemos los cristianos, no puedo menos que expresar mi pensamiento al respecto, con la esperanza de que usted reflexione muy seriamente sobre su conducta frente a Dios, su Creador y decida optar por el camino correcto. ¿Cuál es ese camino? Sincero arrepentimiento, cambio de vida, obediencia y entrega al Señor.

Igualdad

Usted, al igual que yo y todos los seres humanos de la tierra, somos criaturas de Dios, creadas por Él a su imagen y semejanza. Fuimos creados al sexto día. Después de haber sido hechas la luz y separada de las tinieblas, el día y la noche, el firmamento y sus estrellas, las aguas, la tierra y el mar, la vegetación con sus semillas y frutos, aves y animales y cuando estuvo todo listo y en perfecto orden, fuimos nosotros creados, junto a nuestros seres queridos y todos los antepasados.

?27 Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó, 28 y los bendijo con estas palabras: Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo.? Génesis 1:27-28

Dios creó 2 géneros de personas únicamente, hombre y mujer y en ningún lugar de su creación consideró la existencia de un tercer género.

Luego y en virtud de todas nuestras desviaciones, desobediencias y maldades, Dios nos hace una clara advertencia:

22 »No te acostarás con un hombre como quien se acuesta con una mujer. Eso es una abominación. Levítico 18:22

En consecuencia, sólo existe una igualdad en cuanto al origen del hombre, pero la perfecta creación de Dios no contempla, ni reconoce la igualdad entre los sexos. No en vano los hombres llevamos los cromosomas X-Y y las mujeres X-X y no somos nosotros, los que estamos llamados a modificar esa condición.

Le recomiendo leer el libro ¡VIVA LA DIFERENCIA! de la psicóloga Pilar Sordo, porque aparte de ser muy entretenido, es muy aclaratorio.

Discriminación

Respecto al significado de la palabra discriminación, discriminar significa diferenciar, distinguir, separar una cosa de otra. Al optar por la condición homosexual, esa sola acción les diferencia de lo que es normal, los hace distintos, los separa del grupo y los transforma en una ?minoría sexual?. En consecuencia, la génesis de esta separación proviene de ustedes mismos, y no del orden social que ustedes pretenden cambiar.

?34 Pedro tomó la palabra, y dijo: Ahora comprendo que en realidad para Dios no hay favoritismos.? Hechos 10:34

Dios no discrimina ni hace acepción de personas. La discriminación que usted denuncia no es cosa de Dios ni de su Iglesia.

Homo fobia

Comparto plenamente el rechazo a cualquier tipo de ?fobia? (aversión obsesiva a alguien o a algo). Como cristianos, estamos llamados a amarnos y a edificarnos mutuamente, a compartir el camino de salvación y a fortalecernos para abandonar toda forma de pecado, preservar y respetar los caminos del Señor.

Un profesor o maestro de religión sabe bien, sobre lo que estamos hablando y mal puede enseñar obediencia a Dios por un lado y practicar lo contrario en su vida privada. Hay allí una gran ?contradicción?.

Familia

Nuestra Constitución Política en lo relativo a las bases de la institucionalidad, reconoce a la familia como ?el núcleo fundamental de la sociedad.?

?24 Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser.? Génesis 2:24

?Cuando Dios creó al ser humano, lo hizo a semejanza de Dios mismo. 2 Los creó hombre y mujer, y los bendijo. El día que fueron creados los llamó «seres humanos»? Génesis 5:1

Dios no creó una familia distinta ni consideró ?diversas formas de constituir familias? y las relaciones entre parejas del mismo sexo no son ?en consecuencia, uno de los núcleo básicos de la sociedad?, sino algo que no es de Dios y que está fuera del orden lógico y perfecto de su creación.

Inhumano

"La norma en la cual se basa la Iglesia es inhumana y el gobierno debe aclarar si la comparte o no para saber si en Chile contamos o no con un Estado efectivamente laico."

La norma de la Iglesia se basa en un mandato de Dios y el Señor no es inhumano, dado que entregó nada menos que a su hijo Jesucristo, para morir en la cruz, para salvarlo a usted y a mí.

Ruego a Dios para que toque su corazón, el de nuestras autoridades, dirigentes gremiales y autoridades eclesiásticas, para que conjuntamente vayamos trabajando en obediencia y amor a Dios, en la construcción de un Chile apegado a la verdad y fiel a los preceptos de nuestro Creador.

Le saluda muy fraternalmente,

Hugo Donoso Palacios