Importante Feria Artesanal se tomó la Plaza Colón de Antofagasta

En mi condición de profesora con formación normalista, soy una convencida que la artesanía es uno de los elementos que mayor aporte hace en la formación cultural de las personas en general, independiente del gusto o de la inclinación por una u otra técnica o material que se utilice.
Pienso que cuando una adquiere una obra artesanal se siente atraída por una serie de aspectos, desde la presentación, pasando por el material, los colores, el origen, la técnica en fin…y de esta forma logra aumentar su bagaje cultural conociendo más de su comuna, región o país.
De allí, que me ha llamado mucho la atención, que habiendo contado desde el jueves 19 y hasta el domingo 22 noviembre con una Feria Regional de Artesanía en un costado de la Plaza Colón, que congregó artesanos de Chiu-Chiu, Toconao, Peine, San Pedro de Atacama, Mejillones, Taltal y por supuesto Antofagasta como anfitriona, evento enmarcado en la adjudicación de un proyecto FNDR del 2% de la cultura, por la Agrupación Artesanos del Cobre, no haya tenido la difusión mediática, que muchas veces tienen otros eventos de menor categoría e importancia.
De más estar decir que visitar esta feria constituyó un verdadero deleite para los amantes de la auténtica artesanía nacional, como un aporte muy valioso a la cultura comunal y regional, permitiendo al mismo tiempo interactuar con los artesanos quienes han dedicado su vida al arte de crear, usando todos los elementos de la naturaleza para dar forma a maravillosas obras que nos hacen sentir orgullosos de ser habitantes de la comuna y de la región.
¡Como no extasiarse con las obras de arcilla del muy conocido maestro Fernando Alfaro de San Pedro de Atacama, de los tejidos del interior, de los cuadros y tarjetas hechas con minerales de Taltal, de los retablos, vestuarios, alambres transformados en obras de arte y como si fuera poco, el homenaje a las extinguidas oficinas salitreras de un hombre encantador-el abuelo pampino- como se hace llamar Pady Mena con alegres y antiguos cantos acompañados en guitarra!.
Pero como en todo orden de cosas, lamentablemente surgió la cara B de la moneda. La inexplicable presencia de inspectores municipales que insistían en que los expositores debían pagar por el hecho que el público estaba adquiriendo, como era lógico de esperar, los productos en exposición, desconociendo la autorización entregada por la primera autoridad comunal antes de ausentarse de la ciudad.
Desconozco por qué ocurren estas situaciones y espero que el problema se haya resuelto favorablemente, porque desde mi posición de observadora, son precisamente las actividades de carácter cultural las que deben potenciarse y apoyar sin condiciones, dedicando un espacio permanente en la ciudad implementado para difundir todas las expresiones culturales, al amparo de una política comunal de la cultura que nos identifique como una ciudad modelo en este rubro.
Finalmente, mis más y mejores felicitaciones para los dirigentes de la agrupación. Un reconocimiento público a la incansable y esforzada labor en pro de la cultura regional de Juan Daza, Juan Luis Salamanca y su hijo Maximiliano, Juan Carlos Valdés, Miguel Silva y su esposa, y a todos quienes le acompañan y colaboran en forma permanente.