La Consecuencia de MEO y la Inconsecuencia de la Concertación

Sin duda que habla muy bien de Marco Enríquez-Ominami visitar las ciudades donde consiguió una alta votación y en alguna de ellas hasta superar al candidato oficialista. Pero lo que más se pude rescatar de la figura del díscolo es seguir su discurso consecuente de cambiar la vieja y desgastada imagen de la Concertación.
Se traduce en dejar en libertad de voto a ese 20 por ciento que confió en su programa de gobierno, en la renovación de personeros y nuevos rostros en la política.
Pero, ¿qué hubiese pasado si MEO le entregara el apoyo al candidato Eduardo Frei?
Lógicamente puedo predecir que si el ex Socialista le hubiese prestado su apoyo, pierde completamente su liderazgo y se va a la tumba su discurso. Marco fue inteligente en ese sentido, y aunque su bloque electoral parlamentario haya perdido totalmente sus batallas, siguió con sus ideales y no le dio en el gusto a viejos negocios de sufragios.
Por otra parte, la Concertación vive luchas internas, como el llamado a renuncia de las cúpulas partidarias y el malestar de 14 parlamentarios del Oficialismo por la manera en que afrontaron la derrota el pasado domingo. No es casualidad que Camilo Escalona y Juan Carlos Latorre tomen la negativa de dejar las presidencias, pues cuando MEO llamó a primarias fueron los primeros en darle la espalda.
Hoy ellos viven las consecuencias del anterior escenario, el único que acudió al llamado en dejar a disposición su cargo, fue el presidente del Partido Por la Democracia, Pepe Auth. No es mi intención justificar al mandamás del PPD, sino que no hacer oídos sordos y reconocer que el bloque oficialista vive sus peores días. Y aunque Frei consiga el triunfo en segunda vuelta, la Concertación va a seguir a punta de peleas dentro de su gobierno y eso no le hace bien al país.