El presidente de Afganistán, Hamid Karzai pidió el domingo a los combatientes del Talibán que depongan las armas y acepten las leyes del país, como parte de una iniciativa del gobierno y sus aliados internacionales, para tentar a los insurgentes a dejar la lucha.
Hace tres días, Karzai y sus aliados occidentales acordaron en una conferencia en Londres, la creación de un programa más completo que el existente, para convencer a los insurgentes del Talibán de que se pongan al lado del gobierno, para así reducir la violencia generalizada de los últimos años.
Aunque ha habido incentivos disponibles para el desarme por varios años, éstos han sido ineficaces, ya que atraen sólo a los combatientes de menor rango y no brindan garantías de que éstos no regresarán a la lucha armada.
Karzai aseguró que planea reconciliarse con los líderes del Talibán, siempre que ellos estén dispuestos, pero aclaró que esta oferta no alcanza a los miembros de Al Qaeda, ya que expresó que en Afganistán no hay lugar para los terroristas.
“Estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo para llegar lo más alto posible para traer paz y seguridad”, manifestó Karzai en su primera conferencia de prensa a su regreso de Londres.
El presidente ha dicho en otras ocasiones que está dispuesto a hablar con el líder del Talibán, el mulá Omar, y a aceptar a los insurgentes dispuestos a reconocer la Constitución nacional. Sin embargo, los rebeldes siempre han puesto la retirada de los militares internacionales como condición para negociar.
Karzai dice que esa meta no es realista, y que la coalición de la OTAN permanecerá en el país hasta que logre expulsar a Al Qaeda y otros terroristas.
Los aliados de Afganistán acordaron en Londres otorgar fondos para una nueva iniciativa para convencer a los insurgentes de alejarse de Al Qaeda y de dejar la lucha contra el gobierno. Por su parte, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, rechazó la posibilidad de que su país aumente las tropas en Afganistán, aunque mencionó que posiblemente habrá más “formadores”. Su país no tiene intención de enviar más “soldados combatientes” a Afganistán, donde Francia tiene unos 3.300 militares y ha sufrido la muerte de 39 soldados desde el 2001.
“Francia se quedará en Afganistán porque afecta nuestra seguridad”, afirmó Sarkozy, quien agregó, “si los talibanes triunfan en Afganistán, Pakistán caerá”. “No asumiré la responsabilidad de esa catástrofe”, añadió sobre esa eventualidad y al recordar que Pakistán dispone de capacidad nuclear militar.
Fuentes:Emol - AP - EFE
FOTO: Galería de Kemal Y