Hoy en la tarde, mientras regresaba a casa conduciendo mi automóvil, como en la mayoría de los artículos que he escrito me surgió una interrogante de manera espontanea,  al constatar con la mirada que sin darme cuenta el velocímetro marcaba 107 kilómetros por hora, en una carretera en la cual el máximo permitido es 80. Por suerte no iba con mi copiloto (mi señora) porque el codazo y el llamado de atención se habría escuchado de inmediato, con el consiguiente riesgo de desconcentrarme en la conducción.   Obviamente, de inmediato saque el pie (la pata) del acelerador y baje a los 80.   

¡Claro, inmediatamente noté que los vehículos comenzaban a pasar por ambos lados como verdaderos bólidos.   Entonces me hice esa pregunta que puse como titulo a este articulo. ¿SOMOS BUENOS O MALOS CONDUCTORES LOS CHILENOS?, luego reflexionando sobre lo mismo me respondí lo siguiente,  ¡NOI!,  creo que los chilenos, no somos buenos conductores,  ¡Somos excelentes conductores,  somos verdaderos  campeones mundiales de la formula uno para manejar, especialmente en carretera...¡.

La mayoría nos creemos un Eliseo Salazar, un Michael Schumacher, o un Fernando Alonso, pues nadie puede negar que nuestros reflejos son espectaculares en la gran mayoría de los casos, y sin pretender caer en un machismo, podemos decir con cierta propiedad que mas en los hombres que en las mujeres, somos capaces de hacer una maniobra espectacular para eludir un evidente peligro, como por ejemplo; adelantar a otro vehículo, cruzarnos delante de él, o bien hacer un viraje brusco, rápido y certero por la izquierda,  o por la derecha, solo en cuestión de milésimas de segundo, y sobre todo como ya dije si vamos por la carretera, como también arrancar nuestro automóvil en una esquina regulada por semáforo aun antes que cambie a ese bello color verde.   

Acción que tenemos que ejecutar de inmediato y muchas veces obligado, de lo contrario el bocinazo del conductor que viene atrás se hace escuchar al instante.  Igualmente somos geniales al momento de querer estacionar, teniendo especial cuidado en no tocar al vehículo que está al lado golpeándolo casualmente con la puerta, o pegándole fortuitamente con la parte trasera.

No obstante lo dicho anteriormente, el problema más grave y peligroso radica sin dudas, en que siendo tan maravillosos en la conducción de esta maquinita de cuatro ruedas, mas aquella que va de repuesto, también somos "campeones mundiales", de la "irresponsabilidad", de la "osadía", de la "imprudencia" , y por sobre todo de la falta de respeto y de la indiferencia por las normas del tránsito"

En tal sentido me pregunto, ¿Quién no ha vivido la experiencia de pasarse un paso cebra sin detenerse, aun viendo que hay personas con intensiones de cruzar una calle?, ¿Quién es capaz de respetar una velocidad máxima permitida de 30 kilómetros por horas, inclusive de 50, en algunos tramos de una vía en que por alguna justificada razón  está específicamente señalizada? ¿Quién obedece esta disposición? ...¡nadie! .... ¡Pero No!...¡no quiero ser injusto!.... ¡Si!.. hay algunos conductores que hacen la excepción en la regla....¡las mujeres!.  

Esas hermosas personitas del sexo débil! Porque hay que reconocer que lejos nos ganan a los varones en prudencia, en sensatez, en dominio de sí mismas, tal vez sea debido a su natural instinto femenino o maternal que las hace ser más moderadas, más atinadas, mas cuidadosas, y en consecuencia tienen una mayor precaución al maniobrar un vehículo, aun a riesgo de producir con ello una colisión por supuesto.    

En tal sentido, no sé qué dirán las estadísticas al respecto, pero lo que si estoy seguro es que los varones tenemos forzosamente que reconocer que somos mucho mas impetuosos e irresponsable a la hora de salir a la calle conduciendo un vehículo. 

Yo al menos reconozco que muchas veces no he respetado el paso cebra y he sobrepasado sin darme cuenta la velocidad máxima permitida, como también tengo la mala costumbre de hacer un leve Ceda el Paso frente a un disco PARE,  todo bien mientras no me pillen los señores de verde.  También debo reconocer que frecuentemente asomo un poco más de la cuenta  "la trompa de mi auto en una esquina", para mirar mejor obviamente, al menos eso me cuestiona mi hija a quien considero una buena y prudente conductora,  ¡BIEN POR ELLA Y POR TODAS LAS MUJERES!

¿Y usted amigo lector...¿Qué opina al respecto?