Muchas veces se tiende a estigmatizar a las escuelas rurales, quizá sea porque sus alumnos generalmente pertenecen a una condición social vulnerable, o porque se piensa que su lejanía con las grandes urbes y las tecnologías influyen en el proceso de aprendizaje. Sin embargo, la Escuela Municipal de Toconao es un claro ejemplo de que esto no siempre es así.
Con una matrícula de 136 alumnos, desde transición mayor hasta octavo año básico, este establecimiento educacional fue, por segundo año consecutivo, el que obtuvo el mejor puntaje a nivel regional en la prueba de Medición de Calidad de la Enseñanza ( SIMCE), aplicado el año pasado a 4° y 8° año básico.
Los resultados son muy buenos. En cuarto básico, el puntaje obtenido en lenguaje fue d e295 puntos, 43 puntos más que en la medición anterior. En matemáticas se obtuvieron 279 puntos, con un incremento de 63 puntos respecto de la prueba anterior.
En octavo año básico se mantuvieron los puntajes, con respecto a la medición anterior.
¿Cuál es la fórmula para obtener estos logros que muchas escuelas y colegios urbanos quisieran?
Eduardo Navarrete, director del establecimiento, comenta que una de las claves del éxito está en trabajar fuertemente y en forma conjunta con el apoderado, ya que ellos son parte vital en el escenario de la educación. “Además es muy importante hacerles entender a nuestros alumnos que deben formar desde pequeños un proyecto de vida”.
Las metodologías y contenidos programáticos son los mismos que se entregan en todas las escuelas, pero Navarrete asegura que un factor que les ha ayudado a enriquecer el proceso educativo, son las constantes reuniones de con otras escuelas en las cuales se intercambian experiencias educativas.
El énfasis en la lectura es primordial en la Escuela de Toconao. Todos los días la encargada dela biblioteca trabaja en el reforzamiento de la lectura con los niños en forma personalizada, como una forma de apoyar la labor del profesor.
“La actividad de “el libro viajero”, nos ha dado muy buenos resultados comenta el directo. Esta consiste en que se escoge un cuento y cada alumno se lo lleva a su casa, lo lee, escribe qué le pareció, algunas anécdotas y se lo pasa a otro. Luego de que todos lo han leído, se juntan en grupo a compartir lo aprendido y a leer lo que cada uno ha escrito. “la idea es que los alumnos internalicen y compartan los conocimientos”
En la Escuela de Toconao casi el 80% de los alumnos son atacameños y un alto porcentaje de las familias se encuentran en un grado de vulnerabilidad social. Hasta este lugar llegan alumnos de Peine, Socaire, Camar, Solor,ya que esos establecimientos y según cuenta el director, han debido realizar un trabajo muy fuerte con el autoestima de los niños para hacerles entender que ellos son capaces de lograr muchas cosas y bueno, los resultados son concretos y están a la vista.