Vida, drogas, TV y sociedad: Adicción al social media

Séptimo mes. Existe salvación posible: la grúa al parecer me escogerá por un momento y lograré pasar de un estado a otro.

Son situaciones que gracias a la fortuna o suerte mala nos permiten respirar un poco más tranquilos, hasta una nueva oportunidad; mientras en el país las cosas siguen pasando y ya no hay qué  opinar, puesto que el observar el quehacer, las manifestaciones de ideas sin argumento me comprueban nuevamente que este es un país agradable, pero con personas tercermundistas, de pensamiento tercermundista que además son líderes de opinión, lo que les otorga un poder ya que están legitimados por la masa, aquella masa que guarda todo en digital.

Así como todos, la obsolescencia es una maldición de nuestros días, ya nadie puede, como Tony Stark, gritar "yo soy Iron Man"... no se puede escapar de quienes somos y la soberbia, narcisismo, pedantería, debilidades humanas las llevamos con nosotros; aunque -por paradójico- creo en el cambio, pero no completo: es una modificación, pero como le dijo dios a moisés "ego sum qui sum", después de prometerle la tierra y tan solo dejarla contemplarla de lejos; ¿será esa la existencia? un perseguir algo que sabemos que no está?

Ese hueso que nunca has de encontrar, como canta alguien por ahí, o mas bien cantó. Soy yo y mi circunstancia, sostenía Ortega y Gasset; se moriría si supiera que apareció la "frenologia 2.0", en la cual se descubrió mediante observación por MRi que la personalidad está determinada por la forma del cerebro, por el tamaño y sinapsis; sí hay cabida a la plasticidad, lo que también influye en nuestra tendencia o no a las adicciones.

El mundo ya no es el que conocíamos: la mente, la psiquis, ese constructo, esa alma, ese "aire" que nos daba la esencia ya no existe: somos sólo biología, como predestinación postulada por los protestantes con Calvino hace siglos atrás.

Quizás el Dios protestante tenia razón: somos biología y estamos condicionados por nuestro propio sistema orgánico. La impulsividad depende de la dopamina y sus niveles, se descubrió hace 4 días atrás, la personalidad y las adicciones depende de la plasticidad neuronal.

Ya nada es como se imaginó; no propongo ni sostengo que vivamos en una distopia biológica: existe posibilidad de cambio, pero somos sólo impulsos eléctricos. No es pesimista, es sorprendente. y aunque algunos se opongan, el soma de Huxley no está tan lejos.

La química repara a la química; las palabras ayudaran a comprender, a cambiar el pensamiento o la forma de procesar la info conscientemente; pero hay un interior en el cráneo que nos modela como un procesador. ¿y la drogas?.

Hubo un programa hace días que cuestionaba el consumo de THC. Leía comentarios y verdaderamente existen diversas formas de atacar la desgracia de la adicción; no obstante, existen posturas respecto a: a). estilos de apego que predisponen. b). lo que yo me pregunto: la existencia de receptores opiaceos. Ergo,

biológicamente estan dadas las condiciones para que las personas sean drogadictas, o adictas a sustancias, juego, adrenalina. Incluso el estar en el computador, usar redes sociales... es como bailar, a saber, el que baila secreta endorfina, el que tuitea secreta oxitocina. ambos son hormonas gratificantes, por eso es difícil dejar de hacer lo que se hace. Existe un mecanismo de condicionamiento detrás de estas conductas, pero se basa en la gratificación obtenida, que impulsa a querer "repetir" o incrementar la conducta. como los animales cuando se entrenan.

El problema social de las adicciones: el tráfico, la delincuencia, se explican por otros factores.

Es un flagelo (palabra de noticiario de TV) y por antonomasia detrimento la calidad de vida. Pero podría ser válido libertad para obtener gratificaciones?.

Un círculo: no hay causalidad, linealidad en estos tópicos, aunque algunas personas sostengan lo contrario.

¿Qué hace que un estudiante en su vida universitaria fume THC y luego suspenda el consumo?, ¿Qué hace que otro mantenga la misma conducta y se pierda en ella?.

Simple: el cerebro, sus neurotransmisores, la plasticidad neuronal. Por eso el problema es transversal a las diferentes clases socioeconomicas. Por eso, hay que dejar e estigmatizar.