Los discos que no atreves a escuchar: The Devin Townsend Band – Synchestra (2006)

20 Diciembre 2010
Un álbum muy bien producido que provocando efectos devastadores al escucharlo a todo volumen, con un contundente trabajo en voces, guitarras y batería.
Iván Ávila >
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A Devin Townsend lo conocí cuando fue invitado como lead vocal en el disco Sex & Religion de Steve Vai, por allá en 1993. Fui capturado de inmediato por su amplio y macizo rango vocal y de ahí me enteré que era el frontman de una extrañísima banda de extreme metal llamada Strapping Young Lad. Poco tiempo después, inició sus andanzas como solista, las que desde 1997 han dejado un reguero de once discos en estudio, algunos boxset, un disquito oficial en vivo y otras tantas colaboraciones.

Ya sea titulando los discos con su propio nombre o en proyectos de corta vida, Townsend es otro de esos artistas eclécticos que, circunscrito a una raíz metalera, ha incursionado en no pocos géneros, dotando a sus álbumes de una infinidad de ricas texturas que son la delicia de paladares más asiduos a la experimentación y a la cruza de estilos. Sin embargo, el álbum que hoy nos convoca, es derechamente una pieza de fino prog metal que eriza los pelos.

Más que de Accelerated Evolution o Devlab, los dos discos predecesores de Synchestra, éste parece el sucesor directo de Terria, esa obra maestra de 1991. Junto a algunos amigotes de su antigua banda SYL, Townsend da a luz un álbum que, en primer lugar, está muy bien producido, provocando efectos devastadores al escucharlo a todo volumen. En segundo lugar, denota ciertos lugares comunes con sonidos que van desde las obras del mencionado Vai hasta Therion, influencias que la mano de Townsend renueva y vitaliza por medio de un contundente trabajo en voces, guitarras y una poderosa avalancha sónica a cargo del batero Ryan Von Poederooyen. Es más, si nos remitimos a la reseña del artista aparecida en progarchives.com, podemos definir los rasgos que atraviesan la música de Townsend y en especial, de este disco (traduciré lo mejor posible): "algunas veces conocido como el científico loco del metal, Townsend produce una amplia variedad de música, desde el diseño de suaves ambientes para poner al auditor a dormir, como él mismo ha declarado, hasta los más altos niveles de thrash y metal extremo recordando a SYL... Sus trabajos generalmente ofrecen un muro de sonido, construido por la adición de muchas capas de guitarras y teclados tocadas al unísono o en armonía. El resultado final es un gran número de discos cuidadosamente producidos y mezclados".

Una vez acotadas las características de la música de Townsend, vamos al grano. El viaje de Synchestra comienza Let It Roll, una delicada pieza folk que flota entre suaves acordes que se persiguen armónicamente en el segundo track, Hypergreek, hasta que el sonido rompe en una nueva escala que abre paso a uno de los más duros pasajes del disco, construido sobre contundentes armonías en guitarra eléctrica y secuencias tan metaleras como prog que abren paso al enigmático Triumph, un tema que mezcla pasajes pulsantes, juegos rítmicos, algunas dosis de prog y folk y constantes explosiones sónicas lideradas por la voz de Townsend que se eleva tan cruda como límpida hasta llegar a un épico final "a la Vai".

Baby Song es otra pieza de extrañas texturas en donde Townsend una vez más expone conceptos experimentales sin despegarse de la base metalera que ha recorrido cada pista, coqueteando nuevamente con bruscos cambios rítmicos y emocionales. Vampolka, como su nombre lo dice, es un tema juguetón que hace de intro a la divertidísima Vampira que, a mi parecer, es todo un homenaje al gran Alice Cooper. Mental Tan es un suave interludio que deriva en uno de los mejores temas del disco, Gaia, una pieza acelerada, muy rítmica, llena de detalles, ejemplo acotado de lo más granado del metal progresivo. El siguiente tema es Pixillate, donde Townsend y compañía se vuelven más oscuros y crudos, una larga y devastadora composición que sin dejar de lado el juego de ritmos y extraordinarios paisajes sonoros, abruma por su potencia.

Judgment sigue por la misma línea, otra pieza oscura que ahonda en el género post metal recordándonos algunas secciones de Isis o Irepress, aunque, como suele ocurrir en este disco, deriva en secuencias tenues y explosiones épicas. Le sigue A Simple Lullaby, la demoledora continuación de Judgment, cuya construcción in crescendo se convierte en un tantra metalero de poderosas proporciones.

Con Sunset, Townsend vuelve a lo melódico, con una volátil pieza rockera que linda con el prog más puro, mientras que en Notes from Africa, explota diversas secciones instrumentales que van desde lo más clásico del heavy metal hasta el más puro paroxismo metal prog.  
El disco termina con un track oculto, bien rockero y clásico, titulado Sunshine and Happiness, un tema "navideño" que podrían agregar a su colección de rock de nochebuena... En suma, un disco que navega por diversas vertientes y que si bien puede ser del gusto de aquello más asiduos al metal, es perfectamente recomendable para cualquier oído hambriento de nuevos sonidos... Les recomiendo de todas maneras que busquen el video de Vampira en You Tube, pues es sumamente divertido. Y claro, otros clips hallables en la red comoChristeen e In My Dreams With You de su colaboración con Vai, datitos que les dejo como presente navideño...