Marcos Muñoz: "Siento satisfacción al ver a un niño cómo le brillan los ojos en la cancha"

Marcos Muñoz es un hombre que sueña para realizar los deseos de los demás; tiene 46 años, es soltero y trabaja en el Hospital Regional de Antofagasta como paramédico. Su pasión comienza todos los sábados a las 9 de la mañana como entrenador de una escuela de fútbol de Antofagasta, oficio que da sentido su vida.

Su motivo son sus alumnos, el fútbol y la Escuela Formativa "Raúl Orellana Fernández", fundada el año 1999. El 2008 y después de dos años de receso producto del fallecimiento de su fundador, la escuela retoma sus actividades con más fuerza. "Era necesario reabrir el espacio, ya que muchos jóvenes no encontraban una actividad para ocupar su tiempo".

Marcos no tiene hijos y es responsable de 70 niños a quienes debe educar, enseñar y sacar adelante como futbolistas. Sabe que es un trabajo noble, donde gracias al deporte estos pequeños seres logran mostrar la potencia que habita en ellos. Sin duda, entrenar es su pasión y a la vez, la razón que lo aleja de la posibilidad de crear su propia familia.

En la cacha todos los sábados a las 9:00

Desde el año 1982, todos los sábados, a las 9 de la mañana, Marcos se inviste de un rol distinto. Sólo un par de zapatillas transforman al paramédico en el director técnico de posibles "grandes" del balón pié, pues confía en sus niños.

Al entrenamiento llegan niños de diversos puntos de la ciudad nortina. Desde la Coviefi, sector centro sur de la comuna, pasando por la población José Miguel Carrera hasta La Bonilla, ubicada en el sector norte. 

Si bien la escuela es un punto de encuentro que fortalece las relaciones humanas, donde niños y jóvenes se sienten capaces, ciertamente uno de los motivos clave que impulsa a Marcos Muñoz, a los vecinos y padres, es justamente la realidad social que ahí persiste.  "Este es un sector complicado donde hay drogas, alcoholismo y delincuencia. Además, los niños andaban dando bote" agrega el entrenador.

La Escuela ROF, como es conocida por todos, está ubicada en la población Los Pinares, sector centro de la ciudad nortina. Además de integrar a los vecinos de Villa Panorama, Villa Costa Azul y población José Miguel Carrera.

Los niños que participan en la escuela tienen entre 6 y 16 años. Marcos manifiesta que sus alumnos demuestran compromiso, pues para ellos es un tema serio, una posibilidad de vida muy distinta. "Los niños van con ganas de trabajar y los padres impactan con su preocupación, hay familias que se han unido mucho más, padres que se han vuelto a juntar producto de acompañar a sus hijos a la cancha".

Su afecto por el trabajo "vocacional" que realiza junto a los pequeños futbolistas es grande, él aspira a tener un espacio seguro que les garantice entrenar y sacar adelante a los niños deportistas, pues si bien tuvieron una cancha donde trabajar, ahora entrenan en el Complejo Deportivo Los Pinares.  "Mi sueño es ver el complejo deportivo terminado" recalca.

El complejo es una obra que se encuentra a medio terminar. "Una vez los apoderados se organizaron para comprar hasta los arcos de fútbol, ya que se los habían robado".

Marcos nos cuenta el inicio de esta historia. "En el año 2002, el acalde Pedro Araya nos anunció la construcción de un complejo deportivo a cambio de la cancha que usábamos, lamentablemente quedó construido a medias. Además nos faltó una autorización de la municipalidad que nos hiciera cargo del lugar o tener ciertas garantías de uso". Actualmente le han enviado cartas a la alcaldesa Marcela Hernando sobre esta llamada "deuda", pero aún no responde.

Web 2.0 y las redes sociales

La inclusión provocada por las redes sociales, por la web 2.0, permitió a los integrantes de la escuela ROF a comunicarse de una forma distinta.  "Muchas veces nos comunicamos a través de Facebook , de nuestro propia web  y también participamos en la página para los deportes Hinchas y Canchas" 

En Facebook tienen una comunidad de 206 integrantes. A través de esta herramienta suben imágenes de sus actividades, los alumnos se comunican con el "Profe" Marcos, acuerdan a qué hora se reunirán. Sin duda es un espacio donde confluyen sus intereses, de conexión, donde van construyendo una historia que queda registrada. 

"Llegué a Hinchas y Canchas  a través de una invitación que me hizo "el patito" -refiriéndose a Patricio Figueroa, editor del medio - para ser corresponsal. Fue un cambio grande, con suerte sabía aprender y apagar el PC. Ahora sé redactar, subir una nota, hacer comentarios".

El proyecto Hinchas y Canchas es una iniciativa de la Fundación Minera Escondida. Según lo indica Marcos, ha permitido ligar a muchos individuos al deporte. "Gracias a Hinchas y Canchas la gente del deporte está más unida y lo que es mejor, nos ayudó a conectarnos con personas a nivel mundial, de Brasil, de Colombia, intercambiamos experiencias y de paso mejoramos nuestras acciones".

"A Dios le pediré hacer una escuela en el cielo"

La emoción es una constante que el entrenador deja ver con libertad, sobretodo cuando se le consulta sobre su sentir al ver a los niños en la cancha, jugando, desempeñándose como futbolistas.

"Siento satisfacción al ver a un niño cómo le brillan los ojos, cuando se ríe en el entrenamiento, cuando está contento en la cancha y a la vez, mejora su rendimiento escolar producto de estar en la escuela".

Marcos confiesa que es complejo trabajar con niños, ya que "debes tratarlos como personas, sin llevarlos a competir entre ellos y por sobretodo, dirigirte a ellos con respeto".

Lo interesante de la historia del entrenador Muñoz y lo que confirma aún más su compromiso por esta labor, es que no percibe dinero alguno por ella, es más, siente que su "pago" está en la fuerza, el desempeño y la realización humana de los niños.

Finalmente cierra nuestra conversación revelando que si algún día deja de existir en esta tierra, "a Dios le pediré hacer una escuela en el cielo".

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Hinchas y Canchas es un proyecto en conjuto entre Fundación Minera Escondida y Diario Ciudadano El Nortero. Sígenos en Facebook o en nuestro sitio www.hinchasycanchas.cl.