Ley maldita: crímenes estatales para robar

25 Febrero 2011
Si la dictadura fllageló y mató no sólo lo hizo por perseguir el ideario y la lucha de muchas personas, sino que su fin era quitarles sus bienes.
José Martínez F... >
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Por José Martínez Fernández
 
Si la dictadura flageló y mató no sólo lo hizo por perseguir el ideario y la lucha de muchas personas, sino que su fin era quitarles sus bienes. Por ello hay algunos liberales y otra gente contraria a la izquierda que también fueron aniquilados.
 
La miseria humana del tránsfuga Pinochet y sus piratas marcan el horror más grande de nuestra historia. Horror que posteriomente se avaló a través de los inútiles tribunales de "justicia" y de los políticos de la Alianza y la Concertación, ya que en esto no hay distancia.
 
Hay también quienes mataron, torturaron e invalidaron a personas por "gustito" personal. El "gustito" de los vampiros. El siguiente caso da cuenta de un solo hecho de ese tipo:
 
Un joven iquiqueño que festejó la "liberación de Chile" ese 11 de septiembre y muchos días después. Hasta que uno de los autores de ese 11 terminó bruscamente con su sueño de seguir siendo un joven como todos.
 
Una noche en que iba a exceso de velocidad en su auto chocó con otro vehículo similar que era conducido en iguales condiciones. Bajándose ambos a increparse con rabia, el joven "ex-festejante" se encontró que el otro le enrostró su calidad de oficial de Ejército; siguiendo la discusión; el militar extrajo su revólver y baleó al joven.
 
Éste quedó parapléjico. No sé en qué condiciones "legales" estará el vampiro, pero el repudio ciudadano es permanente.
 
Y hay casos en que los victimarios obviaron las cercanías personales que tenían con familiares de sus afectados por el "gustito" de enterrar a quien pensaba distinto y lo masacraban como a ellos les daba la gana: los verdugos no tenían amigos. Eran simples asesinos al servicio del Gran Criminal.
 
Este es el caso de una señora que el 11 de septiembre de 1973 puso en su departamento de Providencia la bandera nacional por la "liberación de Chile del comunismo".
 
Cuando esa señora, simpatizante de Patria y Libertad, supo que su hijo, mirista, había sido fusilado en el norte, entró en un mundo que le mostró "la mentira de los propios".
 
Viendo a Pablo Rodríguez le gritó -en la calle- ASESINO. Éste le dio mil respuestas. Unos meses después llegó a casa de la señora un documento que permitía cobrar una pensión por la muerte de su hijo. Ella fue hasta Rodríguez y le tiró el papel en su rostro, reiterándole que eran unos asesinos y que la vida de su hijo no tenía precio. Esto lo relató en uno de sus libros la fallecida periodista Patricia Verdugo.
 
Son sólo dos historias en que las víctimas habían tenido algo que ver con la "liberación de Chile de la rapiña comunista".
 
Hay muchas más de iguales y peores consecuencias en gente que aplaudió el Golpe que, después, les trajo tanto dolor a ellos mismos.
 
En algunos de los casos de asesinatos y de exilios que la dictadura impuso existió un marcado afán de lucro. Eso estaba por sobre cualquier ideología y cercanía familiar o de amistad.
 
En el espacio de las propiedades no sólo el Ministro Jaime Suárez -del gobierno de Allende- sufrió la pérdida de su departamento, el que su hija vino a recuperar después de largos años de trámites.
 
Los crímenes cometidos por Pinochet no sólo persiguieron la brutal lógica de exterminar a los líderes y simpatizantes de la Unidad Popular, sino que mantenerlos ausentes, lejanos, para apoderarse de sus bienes.
 
No es raro, por ello, que su yerno -Julio Ponce Lerou- se hiciera por pocos millones de pesos de la HACIENDA RUPANCO de SETENTA MIL HÉCTAREAS, la que después vendió, "gracias a su ojo comercial", en más de cien veces su precio...Pero, allá en Rupanco, ¿por sobre cuántos debió pasar la rapiña fascistoide para no encontrar oposición de los propietarios de porciones menores de tierras que, asesinados, encarcelados, torturados o exiliados, no pudieron defender lo que les pertenecía?
 
Hay tantos casos similares.
 
Jamás Bienes Nacionales, durante el régimen de Pinochet, hizo algo para terminar con la apropiación de bienes ajenos. Al contrario: la fomentó. Era obvio. El Ministro René Peri se comió las uñas para no afectar al yerno de su jefe; pero LO PEOR es que los cuatro Gobiernos, débiles, timoratos y cobardes de la Concertación, tampoco hicieron algo cuando retornó la democracia. 
Peor: justificaron nuevos casos parecidos a éste favoreciéndose ellos mismos y a otros.
 
Y ahora Piñera y su Ministra Catalina Parot tampoco se pronuncian. Seguramente las águilas-cuervos de la Alianza han "marcado" propiedades que se pueden "sanear" y eso es más importante para ellos. Y el Congreso, ese circo aliancista-concertacionista, no cambia, no elimina la Ley Maldita de 1979... Intereses iguales los comprometen.
 
¿A nadie se le ha ocurrido irse a tomar el gran fundo -MÁS DE DOSCIENTAS MIL HÉCTAREAS- que Piñera tiene en la Isla Grande de Chiloé?
 
Ojalá ocurriera: ¡A ver qué haría el Gran Propietario de Chile!
 
Miles de propiedades fueron a parar a manos de delincuentes uniformados y civiles gracias a la "ausencia total" (muerte) y la "ausencia parcial" (exilio) de los perseguidos durante el régimen del criminal Pinochet.
 
Hoy sabemos de un caso impresionante. Impresionante por su brutalidad. Varias familias de Curacaví perdieron sus parcelas gracias al 11 de septiembre. Y lo peor: perdieron a miembros de ellas...por siempre.
La familia Barrera Barrera es una de las más afectadas. Otro dañado es el abogado Carlos Gatica Illanes.
 
Un sujeto de apellido Chenevey se enteró -gracias a uniformados y "sapos" de la dictadura- que existían "tierras abandonadas y algunas sin inscripción". Para obtener la posición de hecho, compró derechos de una parcela y así, mediante la mágica acción de un Conservador de Bienes Raíces, transformó su posesión de menos de cien héctareas en un fundo de más de 2.500 héctareas. ¡GRAN OBRA DEL CONSERVADOR!
 
Y no hay que olvidar lo que señalamos en el caso Suárez y otros. No era necesario que las propiedaddes no estuviesen inscriptas para apoderarse de ellas. Estando inscriptas por sus verdaderos dueños, IGUAL LAS INSCRIBÍAN A NOMBRE DE LOS USURPADORES. Gran trabajo de CONSERVADORES y NOTARIOS, serviles al dinero fácil y a los criminales fascitas.
 
Y don Augusto ni tonto ni perezoso hizo "legal" esto a través del famoso Decreto Ley número 2695 de 1979 que, aplicado por el Ministerio de Bienes Nacionales, siguió realizando ROBOS "LEGALES".
 
Pero Pinochet hizo "tan bello" su Decreto que sus secuaces fueron imitados por los de los cuatro gobiernos concertacionistas y sigue vigente con Piñera.
 
Lo singular de este Decreto es que JAMÁS SE APLICA A GRANDES EMPRESARIOS y a ALTOS MILITANTES DE LA ALIANZA y de LA CONCERTACIÓN...
 
Pero siendo propietarios menores o de gente sin poder SÍ SE APLICA, sean de izquierda, sean de derecha.
 
De los hermanos Barrera uno de ellos era simpatizante del P.S. Fue torturado por Carabineros de Curacaví y luego asesinado. Con su muerte era más fácil aplicar el ROBO DE SUS TIERRAS. Se llamaba José Guillermo Barrera.
 
Es decir los actuales dueños de las parcelas de los Barrera debieran saber que están sembrando en la tierra que le costó la vida a varias personas.
 
Ese caso se ha dado en muchas partes de Chile. Notarios, Conservadores, tribunales y los actores políticos antes señalados, son responsables de la pérdida de bienes inmuebles y muertes de muchas personas.
 
Porque si estos no son robos y crímenes...¿qué son?
 
El abogado Carlos Gatica mantuvo una ardua lucha en defensa de sus parcelas y las de sus amigos: la familia Barrera Barrera y otras.
 
Si hubiese habido justicia...QUE SE PARTA EL CIELO, y si no es así digamos con Víctor Hugo que LOS MISERABLES siguen apoderándose de lo ajeno y asesinando o causando la muerte por los problemas de salud que estos hechos causan a los afectados por robos de sus propiedades por culpa de la cáfila de inútiles que no legislan como corresponde y terminan con la Ley Maldita y no echan una limpieza al Poder Judicial para exterminar a los rateros que allí pululan.
 
Los asesinos de Barrera y demás agricultores son el oficial de Ejército Carlos Figueroa Silva y el de Carabineros Gerardo Aravena Longa.
Ambos crinimales fueron condenados a la pena de 16 años de cárcel en 2007.
 
El hermano de José Barrera, Víctor, señaló a PUNTO FINAL lo siguiente: "Nuestras tierras fueron usurpadas y hasta ahora no las hemos recuperado a pesar que tenemos los títulos y registros"
 
Y el abogado Carlos Gatica Illanes dijo a la misma revista: "Interpusimos una demanda civil, actualmente en trámite, e impugnamos el hecho de que el juzgado le haya dado en forma exclusiva una herencia de forma fraudulenta, omitiendo la existencia de los verdaderos herederos".
 
¿Acaso hay justicia en Chile? ¡Qué vergüenza!
 
FUENTES:
1.- Revista PUNTO FINAL, Santiago de Chile, abril de 2005. Investigación de ARNALDO PÉREZ GUERRA.
2.- Algunos sitios en Internet.