Mientras cientos de estudiantes se manifestaban  en las afueras de la  Intendencia de Antofagasta con alegres y contagiosos ritmos, en su oficina, el Seremi de Educación Vicente Ayala, esperaba a los dirigentes estudiantiles, que según él, habían acordado dialogar para buscar una pronta solución al conflicto, que  mantiene a cerca de 12 mil alumnos secundarios sin clases en Antofagasta y a las dos universidades más importantes de la región paralizadas.

Pasaban los minutos y los alumnos no llegaban. Finalmente se supo que los dirigentes no subirían a conversar. La razón: Los estudiantes están aburridos de promesas y más promesas. Ya no creen en las mesas de diálogo y, según afirman, el 2006 y el 2008, las conclusiones de estas instancias quedaron en nada.

Ahora la postura es radical, y aseguran que el paro seguirá indefinido hasta que los senadores, diputados y el gobierno se sienten a trabajar concretamente en las peticiones que ellos están realizando.

Ya con los medios de prensa en su oficina, y resignado a que los estudiantes no subirían a conversar con él, el Seremi comenzó sus declaraciones bajándole el perfil a la movilización, calificándola de “exigua”. “No habían más de  250 profesores en la calle, lo que significa que la gente está favoreciendo el diálogo antes que las movilizaciones. A nivel de estudiantes, si tomamos en cuenta el grueso de los universitarios y secundarios, mayoritariamente se hizo presente la Universidad de Antofagasta. Esto podría haber sido un movimiento mucho más amplio”, comentó Vicente Ayala.

Mientras los estudiantes desmienten que el movimiento estudiantil esté siendo influenciado por grupos políticos, el Seremi, comenta que durante la jornada del miércoles recibió una denuncia de la sostenedora del Lecya que hacía referencia a que los alumnos de su establecimiento estaban recibiendo presiones para sumarse a la movilización. Una muestra más de que al parecer las posiciones entre autoridad y estudiantes permanecen irreconciliables.

Según señaló Ayala, en una carta enviada a la Federación Metropolitana de Estudiantes Secundarios, el Ministro Lavín invitó a los alumnos el lunes próximo a formar una mesa de trabajo integrada por alumnos, Mineduc y Junaeb.

En la carta se explica que el gobierno concuerda en que hay que buscar nuevas fórmulas para administrar los colegios públicos, también coinciden en que la Educación Técnico Profesional necesita una reforma urgente en términos de equipamiento, nuevas especialidades, acreditación y prácticas profesionales, entre otras temáticas.

Pasan los días, y los estudiantes, enfáticos y categóricos, han señalando que no depondrán las “tomas“  y las movilizaciones hasta que se firmen acuerdos concretos. En la vereda del frente la autoridad asegura querer dialogar y tener una política de “puertas abiertas”. Pareciera que las posiciones por ahora son irreconciliables entre alumnos y autoridades y que deberán pasar varios días más para pensar en retomar las clases normalmente.