La verdad es que me sorprendió, como a todo el mundo, la realización de opción de ascender en categoría del Equipo Chileno de la Copa Davis a la categoría Mundial. Nobleza obliga a reconocer en la persona de Carlos López y a quienes lo apoyaron, la tenacidad para sacar adelante este evento de clase mundial en nuestro norte. Por cierto que espectáculos como estos contribuyen a mejorar la calidad de vida de la región, contribuye a un mayor conocimiento sobre nuestras bondades y por sobre todo logro que en este fin de semana de Fiestas Patrias algunos cambiáramos de copa de vino, por la Copa Davis.
Hasta este fin de semana estaba convencido que el tema de la basura esparcida por nuestra ciudad era producto de una falta de educación, y que ésta traería de la mano la cultura de la limpieza, con mas educación avanzaríamos en tener una ciudad mas limpia, al tener sus habitantes mayor cultura. Pero no fue así, pues en el Court levantado a orillas del mar, con valores de entrada no muy accesibles, contemplando alrededor, como diría un economista, "un segmento ABC1", o "filete" en la jerga popular, tomé esta fotografía a la vergüenza: En ella la falta de cultura e higiene se hizo evidente por parte de los asistentes.
Ni la campaña de PROA "¡Hey se te cayo un papel!", recordaron los asistentes... ¿Costaba mucho llevar el vaso de bebida o las bolsas a casa? La verdad es que la vergüenza de muchos cuando mirábamos por debajo de la galería contrastaba con los comentarios de la prensa especializada, que fue a ver lo que tenia que ver, una hermosa cancha, "impecable" como señalaba la mayoría, con un grupo de esforzados dispuestos a mantenerla reluciente en cada intervalo de lo juegos.
Defensas de algunos que no existían receptáculos de basura, o que eran insuficientes, que era difícil el desplazamiento ante, el escaso número de accesos expeditos, uno por cada costado o división. La pregunta de muchos: ¿qué hacer en caso de emergencia, sin señalización, sin letreros de advertencia? Los espacios estaban invadidos por letreros de cuanta empresa auspicío el evento, pero ninguno de ellos indicaba algún punto encuentro de emergencia o salida de escape.
Es más, al inicio del evento no existió indicación alguna de los pasos de evacuación en caso de emergencia... a Dios gracias que nada grave aconteció, pero de repetir un evento de estas características, nuestras autoridades, los organizadores y la comunidad debiésemos preocuparnos de incluir estos “detalles” dentro de la organización, así en propiedad diremos con orgullo que somos la Región con mas cultura de prevención en Chile. ¡Vamos que se puede¡
Estoy se seguro que se puede educar y lograr la cultura que nuestra niñez conoció a nuestra dormida Antofagasta como la Perla del Norte. Si nuestros padres y abuelos pudieron, ¿por qué nosotros no?
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