El Ministerio de Educación ha propuesto exigencias académicas diferenciadas por nivel de ingresos para acceder a las becas en la educación superior, que cubren a los jóvenes del 60% de menores recursos del país. Hasta hoy se exigía un puntaje mínimo parejo de 550 puntos en la PSU. Desde ahora, se exigirá un mínimo de 500 puntos para los jóvenes del 20% más vulnerable (Quintil I) y de 525 para el Quintil II, manteniéndose el umbral de 550 para los estudiantes del Quintil III.

Los nuevos requisitos planteados son un reconocimiento a que el mérito necesario para obtener un determinado puntaje hoy no es independiente del origen socioeconómico, dadas las desigualdades aún existentes en el país. De hecho, de los estudiantes que postularon a becas y créditos durante el 2011, un 36% obtuvo sobre 550 puntos en el Quintil III, mientras que en el quintil de menos recursos lo logró sólo un 16%, es decir, menos de la mitad. Esto tiene su raíz, por una parte, en diferencias en el capital cultural de las familias y por otra parte, sabemos que nuestras escuelas, que debieran ser capaces de compensar las diferencias de la cuna, tienen todavía deficiencias de calidad yson muy desiguales.

De esta forma, si lo que nos interesa es el mérito del alumno, es de toda justicia exigir niveles mínimos diferenciados de acuerdo a las condiciones de origen, con lo que este cambio en la política de becas constituye un avancefundamental en términos de equidad e igualdad de oportunidades. Por cierto, es imperante fomentar los apoyos necesarios para que estos jóvenes logren también terminar oportunamente sus estudios adquiriendo las habilidades y conocimientos requeridos. Esperamos también en esto contar con la colaboración de las instituciones.  

Por Vicente Ayala,
Secretario Regional Ministerial de Educación
Región de Antofagasta