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Marcela Paz, Papelucho y la literatura infantil en Chile.

16 Junio 2012

El pasado 12 de junio se cumplieron 27 años de la muerte de Esther Huneeus Salas, más conocida como Marcela Paz, escritora clave de la literatura infantil y creadora del entrañable Papelucho, compañero de infancia de generaciones de chilenos.

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Corría 1985 cuando a los 83 años Marcela Paz (nombre adoptado en honor a la escritora Marcella Auclair y la palabra Paz) se despedía del mundo dejando una enorme producción literaria, la que había comenzado en 1927 con “Pancho en la luna” y con pequeños cuentos en las revistas Lectura,  El Peneca, Ecran, Zig-Zag y Margarita y en la página “Infantil” de La Nación, El Diario Ilustrado y La Tercera.

En 1933 escribió la obra más representativa de la literatura infantil chilena: Papelucho , sin embargo, éste no fue publicado hasta 1947, cuando recibió el Premio Los Andes y el Premio de honor de la Editorial Rapa Nui. Desde ahí hasta hoy el primer Papelucho cuenta con más de 70 reediciones, en tanto que el conjunto de 12 títulos supera las 400 ediciones y ha sido traducido al francés, griego, ruso y japonés.

En 1954 Marcela Paz dio a conocer su labor como poeta con Caramelos de Luz y 10 años después participó en la creación del IBBY (International Board on Books for Young People: Organización Internacional para el Libro Juvenil). Luego de su éxito sostenido se convirtió en la tercera chilena en recibir el Premio Nacional de Literatura (1982), sumándose a Gabriela Mistral (1951) y Marta Brunet (1961).

Literatura infantil: desde los comienzos de la República

Marcela Paz fue heredera de una larga tradición en Chile. Los primeros textos de literatura infantil editados en el país datan del período en que llegó la imprenta a Chile en 1812. Esos primeros libros fueron de carácter pedagógico y religioso, escritos en su mayoría por sacerdotes españoles con el fin de educar a los niños chilenos.

Con el cambio de siglo, surgieron nuevas tendencias y autores cuya preocupación central fue educar mediante métodos más didácticos. Así, en 1908 apareció la primera revista chilena para niños, El Peneca. En las décadas posteriores surgieron otras revistas similares, además, fueron publicados los primeros cuentos de escritores chilenos, entre ellos cabe destacar las Aventuras de Juan Esparraguito o el niño casi legumbre, de Agustín Edwards, un verdadero tesoro bibliográfico.

De ahí en más otros autores fueron renovando y ampliando las temáticas y paisajes de la literatura Infantil. Marcela Paz y Hernán del Solar iniciaron nuevas tendencias, los que junto a otros autores contemporáneos como  Alicia Morel, María Silva Ossa, Lucía Gevert, Cecilia Beuchat, Felipe Alliende, Víctor Carvajal, Saúl Schkolnik, Manuel Peña Muñoz, Héctor Hidalgo, Manuel Gallegos, María Luisa Silva, Jacqueline Balcells y Ana María Güiraldes entregaron nuevas temáticas y cuentos de otras índoles.

A 27 años de su muerte los invitamos a pensar y recordar: ¿Cuál fue tu Papelucho preferido? Para luego, compartir con nuestros hijos, nietos y sobrinos la experiencia de conocer a este niño que no olvidarán jamás.

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