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Imagen de Aguila Negra.

Causas y efecto... Cierto es

Causas y efecto...

Cierto es que la imprudencia por el apuro de llegar, tiene gran incidencia en los accidentes.

Pero la imprudencia es solo de una de las partes afectadas y ambas son víctimas.

Y no es mentira, ni tampoco invento, que si contáramos con carreteras que tuvieran más pistas y menos baches; con zonas de descanso adecuadas, ayudaría mucho a bajar los índices de accidentabilidad.

Al ver la cantidad de muertos, a causa directa del terremoto y posteriores tsunamis, creo que el Norte vive en terremoto permanente, pues en un año las víctimas fatales –del camino Ruta 5- superan en mucho esas cifras.

Cuando perdemos el sentido de la admiración, perdemos de vista el sentido del escándalo y dejamos de ver lo que sucede en nuestro entorno social y natural; sin esos sentidos, ya nada importa...nadie nos informará y nadie levantará la voz en comentarios.

Si nuestras autoridades -en 131 años- nos han postergado, armando escándalo... ¿Que esperaremos de las nuevas, si callamos?

Antofagasta Región, no sufrió la furia de la naturaleza (en esta oportunidad), pero no por ello dejará de ser y tampoco dejará de tener los problemas que ya venían por décadas y décadas.

No es asunto de la Concertación, ni de Pinochet; tampoco de Allende, Frei Montalva, o de sus antecesores, sino de todos los gobiernos desde los albores de la República.

No digo que ninguno de ellos ha hecho algún aporte, sino que dgo que los aportes realizados no fueron y no son equitativos.

Si nuestra Región, que es la patria chica; la tierra en que realmente vivimos –dentro del contexto nacional- hace el mayor aporte al erario, no es justo que reciba en "igualdad" su presupuesto.

Igualdad -para la Real Corona- significó partes iguales para las Regiones de Coquimbo al Sur y menos para Atacama, Antofagasta, Tarapacá y Arica-Parinacota.

Lo hemos sufrido desde 1812, en el caso de Atacama y desde 1879 para el resto, incluida la nueva Región, porque existía, ajeno a cual fuera la división política de la República.

Gran ayuda fue contar con la asistencia de la FACH; si no hubiera sido por el escándalo de los grandes accidentes de años anteriores, seguirían ausentes los helicópteros en tan malhadados momentos.

Dicho esto quiero enviar mi sentimiento de pesar a las familias chilenas -del Sur, Centro y Norte- que se han visto afectadas por los últimos accidentes en nuestro camino rural, denominado pomposamente: Carretera.

También para las familias extranjeras que se aúnan en el sufrimiento, por la misma causa.

Y, finalmente, (por ahora) pedir a las nuevas autoridades de gobierno, que no endurezcan el centralismo ni la concentración del poder:

Si se concreta la idea de recortar nuestro presupuesto Regional, será el castigo más fuerte impuesto por el centralismo, en los últimos cuarenta años y…será la Alianza quien nos lo imponga.

De concretarse la vil medida,yo no me voy a olvidar y estaré recordándolo, esperando que muchos más le retiren su voto, en futuras elecciones.

No soy experto; pero tonto tampoco soy, y mi inteligencia me dice que existen otras fuentes para obtener recursos para una pronta reconstrucción de las Regiones afectadas, que lo necsitan con urgencia, pero también con responsabilidad, mirando al futuro.

Antonio F. Leiva Madrid.
Un Comunero de Antofagasta.

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