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El colapso del transporte público en Antofagasta

14 Agosto 2013

El crecimiento exponencial de Antofagasta es innegable y hay un inminente colapso del transporte público. Micros atochadas, largos recorridos y colectiveros que llegan y paran son cosas cotidianas en la ciudad.

Daniella Jeria ... >
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Por las mañanas, por las tarde, el escenario en las calles principales de Antofagasta es el mismo. Largas filas de autos, micros que parecieran gigantes envalentonados, colectivos que detienen el tráfico por parar en cualquier lado, y así, cada día, la misma rutina del transporte y la ciudad crece y crece.

Antofagasta ha experimentado cambios. El lado norte tiene un desarrollo urbano potente y muchos de sus residentes tienen autos particulares, para desplazarse al centro tradicional de la ciudad, o a sus lugares de trabajo, colegios, etc.,  aumentado la dotación de vehículos en las calles. Quienes no tienen esta facilidad deben optar por el transporte público, que en la ciudad pareciera está sufriendo un colapso.

La cantidad de personas que diariamente deben ir y venir por la ciudad es considerable, la población aumenta cada día, y aún la locomoción colectiva y las micros mantienen costumbres que solamente contribuyen a empeorar los tacos y tener en estado de alerta a los conductores.

Paraderos

En ciudades como Viña del Mar, Valparaíso o Concepción, el transporte público tiene una organización mayor que en las ciudades del norte. Los paraderos funcionan y la gente los respeta. Aquí sólo basta levantar el dedo para que la micro pare en cualquier lado, cruzándose entre autos y otros buses, para recoger al pasajero y también parará para el próximo que alce el brazo, aun cuando sea a pocos metros de distancia.

Los colectivos tienen la misma costumbre; llegar y parar. ¿Cuántos no han tenido que frenar bruscamente tras un auto que se detiene en medio de una avenida para que se suba alguien? La instauración de paraderos es necesaria, pero más que ellos, es necesaria una fiscalización e instauración de normas para que los conductores y también la comunidad respeten esto, pues la idiosincrasia de la comodidad reina en la Perla del Norte.

Soluciones

La falta de paraderos y de una cultura de respeto por ellos, no es sólo uno de los problemas. También Antofagasta enfrenta la necesidad de aumentar las vías de transporte para quienes no tienen auto particular.

“Si pudiéramos contar con dos o tres alternativas que crucen la ciudad de norte a sur, se reduciría la carga en las principales avenidas, principalmente la costanera que es la que soporta la mayor cantidad de flujo”, comentó Marcelo Luffin, académico de la UCN, en el sitio web de Antofasgasta Sustentable.

Entonces la palabra clave es: organización. Por los cambios urbanísticos que enfrenta la ciudad, además del aumento de la población, se necesita una nueva planificación del transporte público, de modo que los recorridos puedan ser más expeditos, que existan conexiones y una línea directa de norte a sur y viceversa.

Además es necesario generar otro tipo de transporte, como la idea de un tranvía o tren liviano que atraviese la ciudad y, que desde el punto de vista urbanístico, sería atractivo para dar valor a ciertos lugares.

De todas formas esto requiere una gran inversión, que pudiera ser pública o privada, y no sólo la intención de las autoridades por forjar estos proyectos, sino el interés de toda la comunidad por mejorar esta situación.

Una solución rentable y amigable con el medio ambiente, es el uso de la bicicleta, el cual constantemente se está propiciando entre los ciudadanos, pero que también tiene sus riesgos pues Antofagasta no cuenta con ciclovías de calidad que la recorran de norte a sur, por la costanera y también por el sector más alto.

Al respecto Marcelo Luffin comenta que “Se necesita desarrollar primero las infraestructuras y una vez que eso pase van a existir usuarios y se va a causar un proceso de difusión que aumentaría el número de usuarios”.

Sin duda el transporte público influye directamente en la calidad de vida de las personas. Quienes deben trasladarse diariamente en micros, colectivos o autos particulares, pueden generar un estrés constante. Los tacos, recorridos interminables con vueltas sin sentido, el ir apretados como sardinas en una micro, realmente no resulta cómodo y sólo hace que el trayecto al trabajo, al colegio o al destino que fuere, sea un martirio.

¿Crees necesario un cambio radical en el transporte público de Antofagasta?

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