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"Tenemos el agrado de comunicarles a ustedes que ha sido exitosa la operación, ha sido conducida de acuerdo a lo planificado", señaló el cirujano Pedro Becker, del Hospital Clínico de la Universidad Católica. Agregó que de por sí son operaciones largas que requieren el manjeo de muchos detalles y que por ello tardó cerca de 12 horas en finalizar.
Hace 66 días que Felipe Cruzat está en espera de un donante que pueda darle esperanzas de prolongar su vida. A comienzos de esta semana el equió médico que lo trata determinó que ya no era un candidato a trasplante, debido principalmente a que la falla en sus funciones renal y hepática habían deteriorado demasiado su condición de salud y no sería capaz de resistir una operación.
Es por ello que sugirieron conectarlo a un corazón artificial, que no es un reemplazo del órgano humano, sino que ayuda a los ventrículos a realizar ciertas funciones, de manera de permitirle al paciente una recuperación de sus fuerzas y funciones.
El dispositivo de ayuda ventricular llegó a las 21:00 horas de anoche al hospital UC y a las 8:30 de esta mañana el niño entró a pabellón para comenzar el largo proceso que terminó hace poco más de una hora. Primero fue anestesiado, y luego el equipo de profesionales comenzó el abordaje a través del esternón.
Implantaron de manera secuencial las cánulas en el ventrículo izquierdo, la aurícula derecha, la arteria pulmonar y la arteria aorta. Cada una de ellas fue conectada al ventrículo izquierdo y luego al derecho. Posteriormente conmenzó el proceso de adaptación del cuerpo de Felipe al funcionamiento del aparato.
El menor fue trasladado ahora a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde podría permanecer al menos un par de semanas, bajo el atento cuidado del equipo tratante en la progresiva recuperación de sus funciones. Algunos de los riesgos que corre en este delicado estado de recuperación son el sangramiento, las descomensaciones físicas y la tardanza en el restablecimiento de sus funciones. La primera que debiera normalizarse es la de la respiración.
El equipo de profesionales que lo trató incluyeron a los cirujanos chilenos Pedro Becker y Gonzalo Urcelay y a los argentinos Horacio Vogelfang y Gerardo Naiman, entre otros.
El corazón artificial habrá cumplido su objetivo cuando Felipe recobre la competencia de los riñones, el hígado, el pulmón y así vuelva a ser un candidato a ser trasplantado. Es por ello que sigue siendo de suma importancia encontrar un donante.
Los padres de Felipe, Gonzalo Cruzat y María Ignacia Solar se manifestaron inmensamente agradecidos y contentos por el éxito del procedimiento. "Si Dios quiere va a ir despertando se va ir recuperando... todo paso a paso", declaró emocionada la madre antes de decir que su hijo era todo un león y que admiraba su fortaleza.
Link al video en CNN Chile AQUÍ
Crédito: CNN Chile
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