Un partido que se debía ganar cómo sea y así fue. Club Deportes Antofagasta obtuvo un revitalizador triunfo frente a un difícil O’Higgins de Rancagua por 2-1 y de paso cerrar el año sin estar en la zona roja del descenso.

Fue un partido complicadísimo, ya que los rancagüinos necesitaban los puntos para jugar la liguilla de Copa Libertadores, es por eso que no vinieron a especular al Estadio Calvo y Bascuñán.

Fue así que al minuto de comenzado el encuentro, una confusa jugada entre el defensa local Ampuero frente al jugador visitante Octavio Rivero, el árbitro Rubén Bascuñán cobra tiro penal, pese a que claramente la falta fue fuera del área.

Un momento polémico que no supo capitalizar el ex Puma Luis “Larry” Valenzuela, que lanzó fuera su tiro rasante, “justicia divina” que pudo haber cambiado el destino del partido.

Pese a ello, fue la visita quien tenía el balón y capitalizaba las mejores jugadas, pero sin convertirlas en gol. Algo que llegó injustamente para el CDA y de manera caprichosa con un cabezazo del goleador Puma, Javier Elizondo, que un córner anotó en su propia portería el 0-1 a los ’28.

De ahí en más, la visita intentó frenar el partido y se fueron al descanso con esa ventaja.

FIGURA

Fue en la segunda etapa donde se vio a la figura del partido, Ronald González, asumir la responsabilidad del mediocampo y tener las mejores jugadas de los albicelestes.

Algo que se pudo ver en su mayor expresión a los ’52, cuando González realizó una vistosa jugada junto a Bolados y que Rubén Farfán capitalizó en gol con un tiro al medio del arco, un golazo que decretó la igualdad transitoria.

Y cuando se pensaba en una igualdad, a los ’89 ocurrió un gran error en la zaga de la Sexta Región entre el defensa Hans Martínez y el portero Carranza, que supo concretar el goleador del partido, Farfán y decretar el agónico triunfo Puma por 2-1.

Así, los albicelestes terminaron el torneo en la penúltima ubicación con 16 puntos, y una menor diferencia con Iquique que mantuvo el mismo puntaje y sólo superando a Cobreloa, el único solista del certamen.

Mientras que en el coeficiente de rendimiento quedó en 1,176, según lo indicado por la página de la ANFP, quedando fuera de los lugares de peligro de descender.

Queda mucho por recuperar, mucho qué replantear el equipo, pero por lo menos de la mano de Sergio Marchant el elenco antofagastino consiguió las ganas de jugar y obtener resultados importantes, algo que en el Torneo de Clausura se debe mantener si se quiere estar jugando la máxima categoría. Hasta el próximo año.