Por Gloria Pulgar

 

Recuerdo haber asistido hace algunos años a un acto escolar, donde los niños de la escuela Rayito de Sol -niños especiales- bailaron y se lucieron con un montaje alegre y muy sentido. La escuela es un lugar pequeño, y a falta de un auditorio, el evento se realizó al mediodía en la Plaza Sotomayor.

 

Bastó un toldo y un equipo de amplificación y la fiesta ya estaba armada.

 

Así presencié actos políticos, obras de teatro como la que montó la compañía Royal Deluxe en 2004, y conciertos populares de Los Jaivas e Illapu.

 

La Plaza Sotomayor era un lugar abierto, que se perdió.

 

La "solución" de los carritos azules implementada por la alcaldesa Marcela Hernando, resultó siendo peor que el problema. A mi parecer, si bien se despejaron las calles del centro de vendedores ambulantes por un tiempo, perdimos un espacio importante para la vida social de los antofagastinos.

 

Y nuevos ambulantes ingresaron al negocio, y ahora no en carritos azules, sino que en el suelo, en pleno paseo Prat.

 

He leído que el Bulevard Maipú vendrá a solucionar el problema de los ambulantes, esperemos que sea así.

 

Por lo pronto, me animé a escribir esta columna pensando en que nuestra ciudad se ha ido "afeando", y los mismos ambulantes que fueron ubicados en la Plaza Sotomayor se vuelven en contra de la alcaldesa, tienen colgado un letrero que dice "Marcela Hernando, Persona NO Grata".