A pocos días de su paso por Chile la Doncella de Hierro saldó una nueva deuda con los miles de fanáticos y de lo majestuoso que fue el show de los ingleses comandados por el carismático Bruce Dickinson y compañía, realizado en el mítico coliseo del país, el Estadio Nacional.

 Uno de los mejores eventos en que me ha tocado estar y repetirse el plato por sexta vez debe ser como se dice que Iron Maiden es parte del ADN de los chilenos y es precisamente este factor que hace que ellos sientan una conexión especial con Sudamérica en donde los fanáticos vibran cada vez que aterriza el Ed Force One, piloteado nada más y nada menos que por el vocalista de la banda.

 Los tiempos pasan y su música se hace más interesante. Cada nuevo disco es un deleite desde las guitarras de Adrian Smith junto a la dupla de Murray y Gers y así fue demostrado el pasado 10 de abril en un show más potente e increíble que el del 2009, con algunos detalles que no dejan de ser en el sonido pero ahí estaba el nuevamente el sexteto en acción. La jornada a cargo de los californianos de Exodus y su potente Thrash Metal, sin duda una antesala perfecta. Se apagan las luces y se da inicio a la gran introducción como Doctor Doctor de UFO, seguido por Satélite 15…The Final Frontier y El Dorado para seguir con un clásico como es 2 Minutes to Midnight unos de los himnos de la banda.

 Esta vez los ingleses venían a mostrar su nueva placa y así sucedió con la entrada acústica en The Talisman que el mismo Janis Gers interpreta la balada que lo deja en muy buena posición como la tercera guitarra de la banda. Seguido por Coming Home, increíble ver a un Bruce Dickinson inspirado y cantando como en sus mejores tiempos, en cosa de segundos otro clásico del disco Piece of Mind del 83, The Trooper a esa hora el ambiente en el Nacional explotaba con los riff demoledores seguido por un temazo que sonó extraordinariamente bien como es Dance of Death, (ver a un Steve Harris inspiradísimo) poco a poco fue mejorando el sonido dando paso a los nuevos clásicos como es el caso de The Wickerman (parte del disco Brave New World del 2000) entre el olé olé ovación del público para evidenciar el aprecio hacia la banda, en eso instantes vino otra gran interpretación en Blood Brothers que en pocas palabras sonó increíblemente bien, y es esta razón que hace que Iron Maiden ponga especial atención al público de Chile es uno de los mejores del planeta reafirmado por el mismo frontman del grupo.

Ya superada en parte los detalles del sonido que marcaron la primera parte del show. When The Wild Blows de larga duración nada menos que 11 minutos con riff interesantes en las guitarras de Murray, Smith y Gers, sin duda notable y como sorpresa para todos vino The Evil That Man Do en la aparición del Big Eddie más futurista con toques alienígenos.

La atmosfera acorde para el Fear of The Dark otro clásico que los ingleses no dejan de tocar en sus setlist, a esa hora el ambiente perfecto para la seguidilla de emblemáticas canciones que daban paso al cierre junto al homónimo Iron Maiden con el Eddie de fondo del escenario, en un lapso de minutos The Numbers of The Beast para encender el Nacional con Hallowed be thy Name y el cierre majestuoso  Running Free todos coreando estos considerados himnos de la banda, destacando el trabajo en percusión de Nicko Mcbrain, ahora en cuanto a la puesta en escena no fue la mejor como la de años anteriores pero a Iron Maiden se les perdona todo.

Es de esperar que la banda saque el anunciado DVD de esta gira que estará nuevamente a cargo por Sam Dunn documentalista del Flight 666 quien subió al escenario para comentar si el público chileno es el más furioso que el argentino y la respuesta no se hizo esperar. Con cámaras de alta definición se grabo la presentación de la Doncella y así se demostró en las pantallas del escenario sumado con la cámara aérea de un pequeño helicóptero a control remoto que recorría los espacios del estadio. Sin duda que hay Iron Maiden para rato y las generaciones están para disfrutar por siempre el mejor sonido de todos los tiempos como es la mejor banda de Heavy Metal.

Finalmente mención especial a todos los fanáticos que viajaron desde el norte por todos los medios con el sólo objetivo de estar en la última frontera coreando y apoyando como siempre a la Doncella de Hierro.

Up The Iron.

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