Agroturismo en las alturas, las bondades del altiplano chileno

04 Agosto 2015

A más de dos mil metros sobre el mar, existe una de las viñas más prolíferas de Chile. Cultivada por una familia oriunda de Toconao, hoy abra sus puertas para que turistas extranjeros y también los chilenos, puedan aprender cómo se elabora el vino hecho a más altitud en Chile.

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Un vino que se produce a 2400 metros de altitud (metros sobre el nivel del mar), con cepas que trajeron los españoles en el siglo 16, es uno de los principales atractivos que tiene “viña” en pleno Desierto de Atacama, ubicada en la localidad de Toconao, al interior de la Región de Antofagasta.

El emprendimiento lo inició en forma experimental la Familia Espíndola, en el año 2008, con más ganas que medios, y apoyados por el Programa Atacama Tierra Fértil,  y ha ganado cada vez mayor posicionamiento, teniendo ahora como producto estrella el “Vino Ayllu”.

Actualmente trabajan en el aumento de la superficie de sus terrenos y cultivos, los que se han transformado en un verdadero atractivo turístico, que los visitantes van a conocer para ver como es el proceso de este vino que se produce con la cepa tradicional de Toconao llamada País Negra, y que los españoles trajeron en el siglo 16.

Pero un miembro de la familia, la periodista Alejandra Espíndola ha querido ir más allá, dándole un valor agregado a esta tradición agrícola y al paisaje incomparable, donde junto a su padre realizan este trabajo, y para esto postuló  a los Fondos Concursables de Microemprendimiento de SQM, la Corporación Incuba 2 y los municipios de San Pedro de Atacama y María Elena.

“Para mí ha sido muy significativo este aporte porque he podido darme a conocer y posicionar de a poco mi proyecto, porque la publicidad y la difusión son un elemento clave, sobre todo para quienes estamos emprendiendo. Tras postular a este fondo pude invertir en papelería, dípticos, difusión en la plataforma de Internet para estar en línea con las nuevas tecnologías, colocar un letrero visible en la entrada del pueblo, además de formular espacios de difusión publicitaria en lo que son medios tradicionales como son los diarios, lo que ha sido muy positivo para dirigirme a la clientela a la cual quiero llegar”, señala la profesional.

Hace un positivo balance de su proyecto porque “los turistas viven una experiencia que les permite disfrutar de la naturaleza, de la simpleza del paisaje, conocer la cosmovisión agrícola de la cultura atacameña y también degustar en medio del desierto del vino que se fabrica a 2.400 metros de altura en el desierto más árido del mundo”.