Diego Boggioni (21 años) es un actor calameño que en pocos años ha logrado abrirse paso en el cine independiente capitalino. Desde Santiago conversó con El Nortero sobre sus proyectos, una serie de televisión sobre fútbol y su participación en la película “Miguel, San Miguel”, que muestra los primeros años de Los Prisioneros desde la experiencia del baterista Miguel Tapia.

En la cinta, dirigida por Matías Cruz, Boggioni interpreta al guitarrista Claudio Narea entre los 14 y los 17 años, en la época en que los integrantes de la más grande banda nacional estudiaban en el Liceo Andrés Bello de San Miguel. Sus compañeros Mauricio Vaca y Eduardo Fernández personifican a Jorge González y Miguel Tapia.

“Creo que es una oportunidad muy importante y algo que en verdad agradezco. Fue realmente un sueño cumplido y he intentado disfrutarlo al máximo. En la etapa de las grabaciones me dediqué solo a aprender y siento que una de las cosas que más valoro, es el grupo que se armó para hacer la película, hubo mucho "ñeque" por parte de todos y había mucho compromiso con el trabajo de cada uno, creo que eso se ve reflejado y espero que la gente lo valore y le guste”.

¿Cómo llegaste a formar parte de esta película?

“Fue por casting, un compañero nos avisó que estaban buscando a los "compañeros de curso" de Los Prisioneros, era día viernes, teníamos clases en la tarde entonces no tenía muchas ganas de ir, fuimos un lote grande de los hombres de mi curso en la U. Todo el mundo se "emperifolló", algunos hasta se afeitaron. Yo no me quería afeitar, me había dejado la barba por harto rato así que fui así no más, nos fuimos en micro a la productora e hice la prueba de cámara con Juanito Moya, un compañero. Luego de eso pasó como un mes, y me llamaron un día que estábamos en el Parque Forestal en una marcha y entre los gritos, guanacos, etc... sonó el celular y atrás de un árbol contesté y me avisaron que querían que interpretara a Claudio Narea”.

¿Conocías la realidad de San Miguel?

“De hecho yo viví en San Miguel en primer año de la U. y fue muy entretenido porque cuando me iba a estudiar, todos los días pasaba afuera del liceo Andrés Bello, y luego con la película terminé grabando allí mismo, donde antes había pasado solo caminando y dicho "mira, ese es el liceo de Los Prisioneros". Sin saber que después iba a terminar interpretando a uno y entrando al liceo a grabar”.

Diego cuenta que el teatro se le dio natural. Desde chico, en el colegio San Ignacio de Calama, estuvo involucrado en actividades artísticas, participó en concursos de poesía, obras de teatro, en los famosos aniversarios y como animador.  “Era un poquito mateo en el Colegio, así que igual tenía buenas notas, siempre acompañado por el goce de jugar fútbol”, agrega.

Cuando tuvo que partir a la universidad –en Calama no hay muchas opciones- fue a Santiago y se probó en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, y quedó.  “Ahora estoy acá metido hasta las patas, muy contento, siempre hubo apoyo incondicional de mis papás, de mis hermanos, no me pusieron grandes problemas y eso siempre lo he valorado mucho, creo que la locura necesaria para la carrera me la han dado mis tíos y primos”, confiesa.

DEL NORTE NO SÓLO SALEN MINEROS

Dice que muchos tienen esa imagen de que Calama es polvo, tierra y "algo" de cobre. “Siento que como Calameño y nortino, cada día es más importante dar a conocer esa tierra, una que está llena de mucho talento, de gente muy acogedora”.

En el norte, muchos jóvenes aspiran a estudiar carreras relacionadas con la minería, atraídos por los altos sueldos y las oportunidades. Que un joven opte por las artes es difícil. Diego agrega que ojalá muchos más calameños quieran estudiar teatro o música. “Estoy recién conociendo el teatro y su mundo pero, desde mi ignorancia, siento que es una muy linda carrera, desde donde se puede aportar mucho”.

Está a punto de egresar de la universidad con dos montajes teatrales que estrenará a fines de septiembre junto a sus compañeros.

Pero hay otro proyecto que lo tiene ocupado por estos días: “La Redonda”. Una serie de tv con la productora Valcine de los hermanos Valsecchi, que está a la espera de financiamiento por parte del Consejo Nacional de Televisión.

Diego será el protagonista de esta historia, un futbolista de 16 años que intenta entrar en las grandes ligas. “No solo se hablará de fútbol, sino que también de la realidad de los jóvenes de Chile, el embarazo infantil y de las marchas estudiantiles. Estoy muy motivado con ese proyecto y espero que se concrete, el fútbol y el teatro son muy parecidos, a primera vista no, pero si se analiza son muchas las correspondencias que se pueden encontrar”.

Cobreloíno de corazón, Boggioni cuenta que su sueño frustrado fue ser futbolista, se confiesa un estudioso del tema. “Además de jugarlo, me encanta analizar lo que implica el fenómeno "fútbol", de hecho estoy investigando el tema en la universidad”.

Agrega una frase para el bronce: como dijo alguna vez el sociólogo Guillermo Heras, el fútbol es el pueblo hecho multitud y que a su vez encontramos en él, la primera escena política.

La película “Miguel, San Miguel” se estrenará en Chile en noviembre próximo.

TEASER "LA REDONDA"