Me imagino que algunos ya están disfrutando de unas merecidas vacaciones, mientras que otros sufren sin poder todavía dejar la pega para relajarse durante un par de semanas. Hay otros que viven de vacaciones eternas, pero en fin, para todos ustedes está dedicada esta sección especial de “Los Discos que no te Atreves a Escuchar” que durante los próximos meses, estará dedicada a una docena de álbumes ideales para escuchar durante el verano. 

Vamos a empezar con dos placas del género space rock/sicodélico… O sea, música pa’ vola’os, pero bien buena, fíjense ustedes. La primera de ellas, data del 2005, pertenece a los suecos Darxtar y se llama We Came Too Late. Es la última producción estrenada por esta banda que comenzó su carrera a inicios de los 90 y que nos dejó seis discos de más que digna factura. Quiero rescatar este porque es el más contemporáneo y es ideal para escuchar en una cabaña en la playa o en el campo, cuando la tarde comienza a caer y uno empieza a tomarse las primeras cervezas para amenizar la noche. Muy rítmico y de bases bien marcadas, fáciles de llevar y digerir, sus tracks están cargados a la guitarra eléctrica, voces rasposas y teclados volátiles. Imposible no recordar la primera época de Pink Floyd, algunos pasajes de Hawkwind y otros sonidos sicodélicos setenteros a lo largo de sus pistas, en donde destacan especialmente, el poderoso opener del disco, titulado Pitiful Whining, que te deja la adrenalina corriendo por la venas atropelladamente, además de otros tracks llenos de intención, plagados de argumentos sonoros, buenos momentos flotantes y pasajes de puro y clásico rock, como la canción que da título al disco, que por momentos se convierte en una tórrida balada o la very heavy metal The Sky is Open Wide, o la volátil Secrets (cuyo lead vocal nos recuerda de inmediato a Chris Cornell), cuyas partituras parecen remojadas en ácido. 

Para seguir deleitándose con este álbum podemos mencionar también la muy retro Together, la enorme Another Kind of Vibe, que definitivamente parece sacada de otra época debido al impecable juego de sonidos que cubren la base rítmica, y la canción que cierra esta pequeña delicia de disco, titulada Take It, un manjar tranquilo, sedoso y flotante que envuelve desde el primer al último segundo. 

En seguida, tenemos otro disco contemporáneo, pero que parece traído de otra época. Se trata de la segunda producción de Amplifier, banda inglesa que debutó el 2004 y que el año pasado nos sorprendieron con el abrasador The Octopus. En esta ocasión, nos concentraremos en Insider, otro disquito ideal para este verano, en especial para aquellos más fanáticos de la sicodelia y el buen rock.  

El disco abre con una pieza avasallante, titulada Gustav’s Arrival que tiene todos los elementos que a un buen rockero le gustan: sólida base rítmica, el sonido casi prepotente de las guitarras y una mezcla de space rock con heavy metal que obliga a destapar de inmediato, una chela bien helada. De ahí en adelante, todo es un viaje. O Fortuna arrasa con todo, mezclando el clásico sonido de los 70 con buenas dosis de rock más contemporáneas (por lo menos aquí, me recuerdan bastante a Deftones en algunos pasajes) para proseguir en la misma senda con temas como Mongrel’s Anthem, Strange Seas of Thoughts, Procedures, What Is Music? y Map o fan Imaginary Place, por sólo nombrar algunas que van esta línea híbrida pero sumamente atractiva y poderosa que nos propone Amplifier, con momentos en donde la música se convierte en un verdadero muro, recordándonos por ahí algo de lo hecho por Oceansize, los más metalero de Pocupine Tree o el sonido pulcro aunque potente de The Spherical Minds, sin dejar de lado el fuerte acento sicodélico que recorre cada tema. 

Ya están avisados. Disfruten de buena música este verano, chiquilines/as, y partan por estos dos álbumes que van a acompañar muy bien sus vacaciones…