Los discos que no te atreves a escuchar: Música para el Verano (Parte II)

06 Febrero 2012
En esta ocasión, nos vamos a Brasil para descubir dos discos completamente distintos, pero que de seguro, van a disfrutar mucho durante esta tórrida época estival…
Iván Ávila >
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… y qué mejor que empezar esta sesión con los muchachos de Patrulha do Espaço, liderada por el genial e inmortal Arnaldo Baptista. En este caso, no estamos hablando de una bandita cualquiera. No, señoras y señores, sino que de una de las agrupaciones paradigmáticas del rock carioca, formada poco tiempo después que Baptista había abandonado una banda de la que en alguna ocasión otra ocasión hablaremos, Os Mutantes. Sin dudas, que luego de fundar junto a Rita Lee este legendario grupo, uno de los epítomes del rock sudamericano de todos los tiempos, era difícil embarcarse en un nuevo proyecto, pero Baptista, a pesar de las drogas, la depresión y la locura de la época, le entregó su toque mágico a esta “patrulla del espacio” junto a John Flavin (guitarra), Rolando Castello (batería) y Cokinho (bajo). 

Aunque Baptista no se quedo mucho tiempo en la banda, lo cierto es que la inyección de heavy rock se mantuvo para esta, su segunda producción, en donde ya encontramos a Sergio Santana en bajo y voz, donde le sonido de rock, del blues, algo de sicodelia, pesados solos de guitarra y el ritmo abrumador de la batería forman parte esencial de temas como VampirosIsso Me IrritaDepois Das OnzeSai Dessa Vida y especialmente de Planet Rock, desde mi perspectiva, uno de los mejores temas rockeros de este lado del mundo jamás realizado. 

Patrulha no es una bandita cualquiera, ya se los dije. Formados en 1977, todavía tocan y su fama en los 80 fue tal, que en la primera visita de Van Halen a Sao Paulo, los pidieron de teloneros. Y así no más fue, la “patrulla” le dejó el público calientito a Eddie y sus secuaces. Si hasta el mismísimo y nunca bien ponderado Pappo les hizo guitarras en el disco Patrulha 85… Yo creo que después de eso, resta bien poco por decir en relación al nivel de esta bandota brasileña para tentarlos a escucharla de una buena vez, partiendo quizás por este, su segundo y potente disco. 

La segunda patita está  dedicada a un verdadero monstruo de la música brasileña. Me refiero Itiberê Zwarg, bajista ligado inseparablemente al jazz, uno de los músicos regalones del “dios” Hermeto Pascoal que, el 2001, inició este particular proyecto llamado Itiberê Orchestra Familia, en donde reúne a una nada despreciable cantidad de jóvenes instrumentistas con los que se dedica a navegar por aguas que mezclan diversos ritmos, desde el jazz más purista, pasando por una variada gama de ritmos latinoamericanos y cariocas y varios coqueteos con el avantgarde, todo envuelto en un constante tono carnavalesco, festivo y juguetón que hace que sus discos pasen a través de tus neuronas como una magnífica flecha inyectada en música. 

De sus tres producciones, he escogido la segunda, no sólo porque musicalmente es una joyaza, sino que porque su concepto es voladísimo. El disco se llama Calendario do Som y e una idea de Hermeto Pascoal, en donde se pretende escribir un canción para cada día del año, en homenaje a todos/as los/as cumpleañeros. El 2005, Itiberê lanzó esta maravilla que abarca recién 27 días del año, desde enero a diciembre, en una selección luminosa recorrida por el más clásico sonido del jazz, pero en donde sobresalen momentos de free jazz destripadores, secciones avantgarde que te vuelan los sesos, momentos de clamo éxtasis folk y retruécanos musicales que dejan con la boca abierta. Sin dudas, un ALBUM (así, con mayúsculas) que no deja indiferente a ningún mortal… 

Espero que disfruten estas recomendaciones. Brasil no sólo es samba, bossa nova o axé. También están estas maravillas ocultas dando vueltas por aquí y como en verano muchos/as de ustedes tienen más tiempo, aprovéchenlo para recrear las orejas y las neuronas con estas dos muestras impecables e implacables de talento carioca…