SACO4 continúa en Quillagua con Programa de Residencia para artistas

Del 6 al 13 de septiembre se encuentran en Quillagua diez artistas nacionales, viviendo un proceso de investigación y creación enfocado en un territorio bien particular: Quillagua, poblado aymara ubicado 280 kilómetros al norte de Antofagasta y que fue declarado por la NASA como “el lugar más seco del mundo”.

Precisamente éste es el nombre que tiene el programa de residencias que el Colectivo SE VENDE y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes impulsaron este año con una convocatoria a nivel nacional. La actividad se enmarca en la 4ª Semana de Arte Contemporáneo, SACO4, que se realizó del 23 al 28 de agosto y cuyos resultados se exhiben hasta el 15 de septiembre en el Parque Cultural Huanchaca de Antofagasta.

El Colectivo, que encabezan Dagmara Wyskiel y Christian Núñez, viene trabajando desde 2011 en la pequeña localidad, un oasis que antes tenía más de mil habitantes y que hoy cuenta apenas con unos 120. Por allí pasa un disminuido río Loa. Con el interés de consolidar el programa de residencias, este año un convenio con el CNCA permitió extenderlo a nivel nacional y a través de distintas disciplinas.

Desde las artes visuales, la danza, la fotografía y los nuevos medios, fueron seleccionados: Elisa Balmaceda, Rainer Krause, Natascha de Cortillas, Julio Escobar, Celeste Rojas, Luciano Paiva, Francisca Gazitua, Gonzalo Santander y Rafael Silva, sumándose Camila Díaz, de la Región de Antofagasta. Los artistas trabajan in situ, con procesos de obra que buscan vinculaciones con el contexto en sus distintas dimensiones. Quillagua resulta un laboratorio: parece concentrar varios problemas globales, la pérdida del agua, de la identidad, el abandono, las divisiones internas y la destrucción del patrimonio, en un paisaje impactante y extremo.

“Quillagua ha detonado interrogantes que la bulla de las urbes normalmente mantiene silenciados. Artistas de Punta Arenas, Puerto Montt, Concepción, Santiago y Antofagasta recorren el oasis y sus alrededores, palpan la singularidad del norte, conociendo un Chile, que tal vez ni sospechaban. El cuerpo, el sonido, la luz y el tiempo serán sin duda ejes de los procesos”, dice Dagmara Wyskiel.

Para el CNCA, el Programa de Residencias elaborado como Áreas de Nuevos Medios, Danza, Artes Visuales y Fotografía, “se fundamenta en poder dar una plataforma creativa a artistas nacionales en territorios donde el paisaje, la geografía y la historia sean un factor preponderante para el desarrollo de proyectos. Pensar en las Residencias de Arte como un programa, es atender a una visión de política pública más permanente en el tiempo. Es allí donde estamos enfocados, en el cruce de la creatividad y su despliegue a través del país, y en el trabajo colaborativo con agentes culturales de la región”, agrega Simón Pérez, coordinador del Área de Nuevos Medios.

La residencia en Quillagua es la primera experiencia de un programa que el CNCA pretende desarrollar de forma periódica en diferentes localidades del país, prontamente abrirse a otras disciplinas artísticas y a creadores de Latinoamérica.