De ida y vuelta, Chile mejor en el primer tiempo, Argentina luchando hasta el final, más parejo que desnivelado en general, pero lo cierto es que los partidos se ganan con goles. La Roja de Mario Salas derrotó al cuadro trasandino por la cuenta mínima con la única anotación de Nicolás Castillo. Melo fue una muralla en el arco nacional.

El partido comenzó totalmente distinto a como se fueron desarrollando los siguientes minutos, ya que los dirigidos de Mario Salas partieron bastante nerviosos, lo que le costó mucho salir de su terreno y más aún, tocaron más de un pase sin destino, lo que fue aprovechado por Argentina para generar peligro, peligro que sin embargo, no terminó en celebración trasandina.

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