El saqueo de los recursos naturales continúa, ahora es el litio

Llegara el momento histórico en que la historia de Chile juzgue los nombres de quienes colaboraron con los intereses extranjeros en desmedro de los soberanos intereses de la Patria

No bastó la lección del salitre que dejó mil salitreras olvidadas en el desierto y a todo el país, especialmente al norte chileno, en una de las más terribles crisis económicas de la historia de Chile. No basta la actual situación del cobre Chileno que una vez recuperado para Chile por políticos patriotas, paso nuevamente a  manos extranjeras que hoy obtienen millones y millones de dólares de ganancia, dólares que les corresponden a todos los chilenos. Ahora, al parecer le llegó el turno al mineral de futuro “El  Litio”.

Mediante la fórmula de licitaciones y contratos especiales las empresas extranjeras que desde hace varios años  mostraban particular interés en participar en la industria de la extracción del litio, tendrán hoy  derecho a explotar nuestras reservas de litio por los próximos 20 años con un tope de 532 mil toneladas de mineral, según fuentes del Ministerio de Minería, pero nadie asegura que estas clausulas puedan variar al crearse otro poder fáctico en la minería como ocurre en la actualidad con el cobre en Chile, poder que después presione a los gobiernos de turno para que cambien las reglas del juego, total el caballo de madera ya está en la ciudad de Troya. Según se dice, Chile tiene reservas de litio por los próximos 1500 años y en la actualidad el país representa el 41 % de la producción mundial de este metal en el mercado y además cuenta con los costos más competitivos de producción (es decir más baratos) a nivel mundial. Nuevamente la historia se repite calcada, estamos otra vez en el paraíso extractivo y fiscal del salitre, cobre y litio en el mundo para las trasnacionales.

Por otra parte, pareciera que las multitudinarias manifestaciones de estudiantes y ciudadanos del año pasado que reclamaba por un Chile más justo, tranparente  y sin abusos. Además de las cifras y lecturas que arrojan las encuestas relacionadas al deseo de participar de la ciudadanía en la toma de las grandes decisiones del país y la convicción del ciudadano de no sentirse en lo mas mínimo tomado en cuenta, ni consultado en las leyes y decretos que marcan el futuro de país  por la clase política gobernante de turno, se encuentra plenamente reflejada en esta decisión que involucra parte del futuro de Chile por los próximos 20 años y en una cantidad de millones de dólares que no puede ser calculada en la actualidad debido a la incapacidad de predecir el crecimiento y valor del mercado del litio en el futuro, mas aun cuando las reservas mundiales de petróleo se estiman con  una duración solo para los próximos 40 años, dando paso de este modo a todo un desarrollo de los autos eléctricos que sumados a los aparatos electrónicos que deben acumular energía hacen de este mineral el oro del futuro.

Se anunciará alguna vez en nuestro país, como se hizo en antaño al presentarle a la nación toda la creación de  CODELCO CHILE (Corporación del cobre de Chile) una iniciativa del Estado de Chile para la creación de una Corporación del Litio de Chile (CODELI CHILE) que le devuelva la dignidad y propiedad de sus recursos naturales a sus legítimos dueños. Todos los chilenos. Hoy por el contrario lejos de pensar en un Estado digno y dueño de sus estratégicas materias primas que en el caso del litio pueden hacernos dar un salto desde la producción de materias primas al desarrollo de tecnologías que marquen el siglo XXI y al mundo del futuro. Solo se toma el camino de la privatización, es decir, en entregar rápidamente a capitales privados y extranjeros este nuevo tesoro mineral que tenemos en el desierto de Atacama.  ¿Qué ocurrirá esta vez de diferente, que la historia del norte y de Chile ya no haya trazado de antemano?, solo la nación Chilena toda y las nuevas generaciones que nos han dado lecciones de conocimiento, compromiso y organización social, en este último tiempo, tienen hoy la palabra.

Finalmente y como triste recuerdo de lo que es,  invertirán estos nuevos capitales extranjeros en ciencia, investigación y fabricación de nuevas tecnologías para generar el gran desarrollo intelectual que Chile requiere y para el cual tiene trabajadores, científicos e ingenieros de sobra, o solo el norte seguirá siendo un “campamento minero moderno” que solo sirve para entregar los recursos naturales en su más primitiva y barata forma para ser llevado a los centros de desarrollo y producción tecnológicos mundiales, como ocurrió con el salitre, ocurre hoy con el cobre y el litio.

Ricardo Rabanal Bustos