Tren, puerto y mar: Una relación histórica en Antofagasta

Tren, puerto y mar: Una relación histórica en Antofagasta

26 Mayo 2014

El nostálgico panorama atrajo, en pocos minutos, a niños, jóvenes y familias enteras que esperaban expectantes la llegada de la Locomotora a vapor.

Equipo El Nortero >
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Por Javier Alfaro

Una de las grandes imágenes que entregó la Expo Marítima, fue ver entrelazado, la ya clásica inmensidad de grúas y conteiners que caracterizan al puerto, con la nostálgica locomotora a vapor del Ferrocarril de Antofagasta, develando una relación histórica.

Un fuerte silbato llama la atención de todos los asistentes, mientras a lo lejos, un imponente humo avanzaba en dirección al puerto. El nostálgico panorama atrajo, en pocos minutos, a niños, jóvenes y familias enteras que esperaban expectantes la llegada de la Locomotora a vapor.

“Es bonito ver estás máquinas funcionar, uno a veces piensa que ya nunca tuvo la oportunidad, pero ahora estoy acá en el puerto de mi ciudad viéndola y es reconfortante para mí y mis hijos”, comenta Jocelyn Salamanca, madre antofagastina de 30 años, asistente al evento marítimo portuario.

Dicha postal trae a la palestra la histórica relación existente entre el puerto y el ferrocarril. A pesar de que, comúnmente, cuando se habla de la segunda región se piensa solo en minería, el mar y su puerto son parte fundamental del proceso productivo y para el desarrollo de la ciudad.

Inicios

En tiempos donde el puerto de Antofagasta era el muelle histórico, el ferrocarril manejaba las operaciones dentro de él. En palabras de su gerente general, Miguel Sepúlveda, quien con alegría explica por qué el puerto y el ferrocarril son amigos de por vida, “como los barcos no sé pegaban como hoy al muelle, la carga la transportaban unos lauchones maulinos, grandes embarcaciones de madera provenientes de Constitución, región del Maule”.

Posteriormente, el desligue de la operación ferroviaria en el puerto se efectúa una vez creado el nuevo muelle, donde la empresa pasó a ser proveedora de servicios. Al respecto Sepúlveda comenta, “el desligue debió haber sido cuando se crea este puerto en 1927, que fue un puerto estatal.”

La locomotora vuelve a funcionar, el humo y la presión crean una atmosfera de otra época y lo que parece ser pasado, es presente. Desierto y mar, ferrocarril y puerto, una relación vital.