Última novedad: la economía estaría en pleno empleo en Chile

Última novedad: la economía estaría en pleno empleo en Chile

11 Marzo 2012

Según algunas autoridades, la economía chilena estaría cerca del pleno empleo de su mano de obra. De ser esto cierto, el Estado no tendría mucho más que hacer para disminuir el desempleo. Por Dr. Jan Cademartori, economista Universidad Católica del Norte.

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Según algunas  autoridades, la economía chilena estaría cerca del pleno empleo de su mano de obra. De ser esto cierto, el Estado no tendría mucho más que hacer  para disminuir el desempleo acercándose al 6% de la fuerza de trabajo (equivalente a 500 mil desempleados cesantes y que buscan por primera vez). 

Algunos economistas la llaman la “tasa natural de desempleo”, porque ha costado mucho recuperar. Una tasa que, como veremos, no tienen nada de natural. En este artículo rebatimos ese punto de vista que también ha sido propuesta por algunos colegas académicos Esta discusión nos permite informar a la población como se mide la tasa de desempleo.

Aceptando que muchas personas están cesantes voluntariamente para cambiar de trabajo, difícilmente puede ser considerada de pleno empleo, una economía con 500 mil personas en edad suficiente,  dispuestas a trabajar y buscando empleoSi tan sólo un 10% de ellos caen en depresión, alcoholismo, delincuencia  y similares, tendríamos 50 mil nuevos problemas.

Se argumenta que estas tasas tan bajas no se veían hace más de diez años. En el mejor de los casos,  puede ser llamada la cifra máxima a la cual se `puede aspirar con el actual modelo económico. Aceptar perder el talento y el esfuerzo de medio millón de personas, refleja el bajo poder político que tienen los desempleados en comparación a los grandes capitalistas.

En efecto, esta tasa de desempleo, explica que las remuneraciones reales (corregidas por IPC) muestren un crecimiento anual de 1,8% entre 2010 y 2011 (según el  INE), pero que el crecimiento de la economía fuese de un 6,3% en el mismo período, quedando la diferencia para los capitalistas. En otras `palabrasla abundante cesantía, suscita que los trabajadores compitan por un puesto, los salarios permanezcan bajos y así  las ganancias aumentan más rápido que los salarios. No se trata de un año excepcional, ha sido la norma desde hace años.

Además, en Chile hay mucho más de medio millón de desempleados. Los 500 mil informados antes, no incluyen a quienes trabajan algunas horas porque no encuentran un puesto a tiempo plenoA la encuesta oficial le basta que el encuestado haya trabajado más de una hora en la semana, para que sea considerado ocupado.

Por ejemplo, un académico a quien exoneraron por hacer una denuncia interna, trabaja tan solo ocho horas en la semana haciendo clases particulares a escolares, mientras espera respuesta en alguna Universidad. Luego, mientras encuentra una Universidad menos corrupta,  queda registrado como ocupado. Salió despedido por medio de lo que alguien podría considerar la  “forma natural en Chile de quedar cesante” pero la institución lo justificó por la ley mediante “necesidades de la empresa”.

Tampoco están consideradas como desempleadas aquellas personas que, trabajando una duración normal, lo hacen en ocupaciones muy inferiores a su capacidad y sin aprovechar su nivel de instrucción. Porejemplo, un ingeniero conduciendo un taxi. En esta categoría se encuentra gran parte de los informales, llamadas a veces trabajadores independientes, empresarios o emprendedores, personas que inventan una actividad propia por no encontrar empleo asalariado en su  campo profesional. Muchas veces, ellos trabajan más horas que la jornada legal, se ven obligados a auto-explotarse para poder consolidar una pequeña empresa.

Así, el economista Gonzalo Durán, desmenuza  la nueva Encuesta de Desempleo del INE. Concluye que de los 580 mil nuevos trabajos creados en los últimos 21 meses, la mitad corresponde a trabajos por “cuenta propia”, “personal de servicio doméstico”, “familiar no remunerado”, o empleadores de microempresas de menos de 5 personas. Es decir, trabajos que generalmente no están cubiertos por los sistemas de protección clásicos del trabajo.

Tercero, dentro del llamado empleo asalariado hay muchos trabajadores que cumplen jornadas normales dentro de su campo profesional pero con actividad inestable. Algunos tienen un contrato temporal, por la duración de la obra o faena, o hasta fin de año. Otros ni siquiera han firmado un contrato ante la ley. Todos ellos son en algunas medidas cesantes disfrazados. No han podido encontrar un empleo en el sector protegido.

Este autor devela  que la otra mitad de los 580 mil, pertenece al trabajo asalariado de baja calidad. Este aumentó en 289 mil personas entre enero-marzo 2010 y septiembre-noviembre 2011. Corresponde alas modalidades de externalización, donde la más conocida es la subcontratación. Las personas  contratadas directamente por la empresa en donde trabaja disminuyen en 62 mil, lo que nuevamente develamayor precarización en el mundo del trabajo o si se quiere, consiste en el secreto de subdividir los empleos de calidad en empleos de menor calidad.

Cuarto, hay miles de trabajadores que no figuran como cesantes en las cifras oficiales porque no buscaron trabajo la semana de la encuesta. No lo hicieron, porque están desmoralizados, o permanecen a la espera de alguna respuesta,  o no contaron con los recursos para viajar, o no tenían con quien dejar a sus hijos, o no son aceptados por su edad, o han quedado obsoletos sus conocimientos técnicos o han caído en el alcoholismo después de mucho tiempo estar cesantes.

Quinto, hay muchos empleos mal pagados al punto que el trabajador no alcanza a cubrir las necesidades básicas de su familia. Esto obliga a otros miembros de  la familia  a trabajar en empleos también indecentes, a veces arriesgados, otras veces lejos del hogar, pero que complementan un ingreso básico familiar. Curiosamente esta situación forzosa para los miembros de la familia, incrementa  la cifra deocupados porque hay bajos salarios.

Lo mismo ocurre porque no hay adecuados subsidios monetarios por desempleo. Ello hace que un desempleo chileno acepte un trabajo indecente que no aceptaría un desempleado europeo. No es extraño entonces que nuestra cifra de desempleo sea más baja que la de muchos países europeos y que se pretenda bajarla aún más acotando la indemnización por años de servicio, vieja aspiración patronal para “flexibilizar el mercado del trabajo”.

Todos estos motivos obligan a analizar con precaución las cifras de desocupación. No solo porque la forma de definir a un desocupado es discutible. Finalmente, si se lograra el objetivo de pleno empleo, no hay que olvidar que con el desempleo nunca se puede cantar victoria. La economía capitalista es cíclica, al punto que un periodo de auge no es más que la antesala de una crisis. Chile depende de unas pocas materias primas que exporta cuyos precios siguen ciclos. Por lo demás, la globalización económica mundial, ha aumentado los riesgos quedar sin trabajo. Por ejemplo, a través de la inundación de importaciones proveniente de países con mano de obra barata o por la amenaza de trasladar la empresa al extranjero.

Comentarios

Imagen de Victor Rodriguez O.

LA CALIDAD DEL empleo en

LA CALIDAD DEL empleo en Chile es mala: sólo un 38,9% del total de ocupados y un 52,8% de los asalariados presentan un empleo protegido, vale decir, con contrato escrito, indefinido, liquidación de sueldo y cotizaciones para pensión, salud y seguro de desempleo.

Según la CASEN , las personas que pertenecen al 5% de los hogares más ricos ganan 830 veces más de lo que ganan los que pertenecen al 5% de los hogares más pobres. Este resultado, es una medalla de oro en materia de desigualdad y dibuja parte importante de la distancia que existe entre el buen vivir de la clase rica y el resto de la sociedad.

La ENETS del Ministerio de Salud y Ministerio de Trabajo) nos alerta de los bajos salarios que enfrentan los chilenos. Casi 8 de cada 10 trabajadores, obtiene menos de de $350.000 es decir, la mitad del salario mínimo ajustado por paridad de poder de compra de los países de la OECD.

 

“Economistas”   mentirosos   pontifican de pleno empleo?