Llegan los días calurosos y pareciera que el sol cada vez se pone más intenso. Los rayos ultravioletas comienzan a hacer su trabajo con mayor fuerza y los lentes de sol comienzan a ser usados con mayor frecuencia.

Es por esto que conversamos con expertos que nos indicaron como es la situación ante la compra de lentes de sol y ópticos, las consecuencias de la compra “de cuneta” y cuáles son las principales enfermedades y sus respectivas recomendaciones para poder enfrentar el duro sol antofagastino.

Waldo Illanes, óptico contactólogo y audioprotesista de la Óptica Alemana de Antofagasta, respondió a nuestras consultas para entender mejor el panorama cuando de lentes  se habla.

Primero que todo nos comentó sobre la legalidad de los centros de distribución y venta de lentes ópticos y de sol.

Según el decreto del 13 de marzo de 1985 se indica en su artículo primero que “solo los establecimientos de óptica podrán despachar anteojos o lentes con fuerza dióptrica, despacho que deberá efectuarse exclusivamente bajo receta médica, la que no podrá ser alterada.”

Comenta que mucha gente no se entera de los beneficios de comprar lentes con protección UV. “A veces solo por la marca y el precio pagan un costo de salud muy alto en el futuro”, sanciona el profesional.

Esto puede traer diferentes problemas, puesto que no todos saben de las diferencias medicas de cada ojo, por ejemplo los niveles de su enfermedad (en caso de haber una) o si tiene lentes que certifiquen que tienen alguna medida de prevención o protección.

Indicó que las personas que compran lentes en la calle y les sirven, tienden a acostumbrarse a ello. “Es como comprarse un espejo, no importa si puede estar doblado y tengas una imagen distinta a la real, si te acomodan, te acostumbras.”.

Es así como las personas que compran sin receta médica pueden acostumbrarse a sus nuevos lentes, pero no significa que vayan a solucionar un problema de salud o sean la real solución del mismo.

La protección contra los rayos UV no tiene que ser cara. La Asociación de Optometría Americana  (AOA) recomienda comprar lentes que ofrecen 99-100 por ciento de protección UV. Se pueden encontrar lentes con este nivel de protección en una gran variedad de precios los cuales varían desde los 14 mil pesos hasta los 136 mil pesos.

Los daños que causan los rayos UV son acumulativos. Desde la infancia se les debe animar a los niños a que usen sus lentes de sol cuando salen al sol. Sus ojos son más susceptibles al daño que causan los rayos UV porque el lente de su ojo no ha comenzado a nublarse.

También indico que el servicio de salud no certifica cada uno de los lentes que venden en locales autorizados. “Lo que pasa es que estando en una óptica ya establecida y cumpliendo con los reglamentos que la justifican deben de tener un buen lente por razones obvias, no puede tener ningún lente que no tenga UV”. Sentenció el experto.

Indicó que en la protección UV no hay escalas, es decir, o hay protección o simplemente no hay. Esto con el fin de aclarar que ciertos lentes de sol u ópticos de color pueden perfectamente quitar la molestia por la fotofobia o la sensibilidad a la luz, pero no significa que los rayos UV no penetren el ojo humano. He allí donde radica la necesidad de protección ocular.

“El ojo humano con sol se contrae y con sombra se expande, es por esto que si uno ocupa lentes oscuros la pupila se tiende a abrir pero si no hay protección UV las consecuencias podrían ser importantes”, recalcó el doctor.

Es por esto que la principal recomendación es que se pidan lentes que tengan la capa protectora contra los rayos UV. Algunas marcas de lentes de contacto también ofrecen algún grado de protección UV, pero no protegen los ojos completamente. Use lentes sobre ellos.

Por sobre todo a las personas de ojos claros. Los ojos claros tienen menos pigmento y son más susceptibles a los dañinos efectos de la radiación UV. Lo mismo que con la piel clara.

Un número de estudios científicos indican que pasar largas horas bajo el sol sin protección ocular puede dañar sus ojos, contribuyendo a la formación de cataratas y tumores en el ojo, incluyendo cáncer. En Antofagasta las enfermedades oculares más comunes son las cataratas y el esterigio (tejido fino y transparente que cubre la superficie externa del ojo que tiende a dirigirse desde la parte blanca del ojo hacia el tejido de la córnea).

Cabe destacar que los anteojos de sol no pueden proteger sus ojos contra ciertas fuentes de luz intensa.

Algunos ejemplos de luz que pueden causar daños severos a sus ojos son la soldadura de arco, las camas o luces de bronceado, un campo de nieve, o mirar directamente al sol, especialmente durante un eclipse solar. 

Mirar a éstas fuentes de luz sin la protección adecuada puede causar una condición dolorosa llamada fotoqueratitis, o causar daño a la retina, produciendo una pérdida permanente de la visión central. 

Aunque tambien estudios españoles desde hace 15 años indican que la exposicion a material particulado de hierro o cobre produce cataratas en las personas.