Un trágico caso que pudo tener dramáticas consecuencias se vivió en el sector norte de Antofagasta cuando un adolescente de sólo 15 años atacó a sus padres y su hermana con un martillo al interior de un inmuble.

Tras su formalización en el Juzgado de Garantía, se entregaron inéditos detalles de cómo planeó el ataque contra sus familiares e incluso lo que tenía preparado para después.

Los hechos sucedieron el pasado 22 de septiembre en una casa ubicada en calle Aguas Viejas, cuyo primer piso es ocupado por una iglesia evangélica.

Allí, el joven había avisado a sus padres que tenía preparada una sorpresa y a esode las 21 horas, cuando su hermana regresó a su hogar, le pidio a sus familiares que bajaran hasta el primer piso, cubriéndole la vista con unas toallas.

Tras llegar hasta el primer piso con los ojos vendados, el menor sin contemplación alguna comenzó a golpear a sus padres y su hermana en la cabeza con un martillo, provocándole a su padre un TEC abierto con fractura frontal y neumoencéfalo y una herida confusa frontal grave, que según informó la Fiscalía podrían haberle causado la muerte.

Pese al brutal ataque, las víctimas no quedaron inconscientes y lograron zafar las vendas de sus ojos, constatando que el agresor había cavado una fosa bajo el piso de madera, donde se presume quería enterrarlos.

Formalización

Pese a la gravedad de las lesiones, cuyo padre tuvo que ser operado en el Hospital Regional de Antofagasta, la familia decidió no denunciar los hechos, sin embargo, tras tratarse con una psicóloga, la profesional fue quien interpuso la demanda por el ataque.

En la audiencia se imputó al menor por los delitos de parricidio frustrado contra su padre, delito consumado de lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar contra su madre y delito de lesiones menos graves en contexto de violencia intrafamiliar contra su hermana.

En la formalización solicitaron la internación provisoria del acusado en un centro del Sename, sin embargo, la petición fue desatentida por el tribunal. Sin embargo, la jueza de garantía solicitó un informe psiquiátrico para poder establecer si el menor es imputable, por lo que se suspendió el procedimiento hasta acreditar su condición mental.

Actualmente, el menor, que ya tenía antecedentes psiquiátricos, se encuentra bajo custodia de sus padres recibiendo atención de un Centro de Salud Mental.