Fue el propio pintor el que nunca bajó los brazos. En su mente dibujó este gran regalo para los antofagastinos hace más de una década, incluso pensando que podría ejecutarse como un aporte al Bicentenario de la Patria, pero el destino quiso que este jueves 24 de abril de 2014, a las 20:00 horas, el gigantesco mural creado por el pintor Luis Núñez y su equipo en el Teatro Municipal de Antofagasta, fuera presentado en sociedad con una gran inauguración para toda la comunidad.

En la cita, los antofagastinos podrán conocer este gran proyecto que mide más de 900 metros cuadrados, ubicado por calle San Martín en pleno casco histórico de la ciudad, y que viene a levantar a este gigante recinto, que por muchos años, tuvo su fachada relegada al olvido y que ahora pasa a ser todo un atractivo turístico para el norte del país.

Y aún hay más, el propio artista asegura que con esta creación, está aportando para que otros artistas se sumen y formen un verdadero “museo urbano”, dando vida a una ciudad forjada por el proceso, la minería y su propia gente.

Este mural se suma a los otros tres ejecutados por el mismo autor, tanto en la Casa Gibbs, del Puerto (EPA) y en Casa Patiño, edificio que ocupa actualmente la Policía de Investigaciones (PDI). Todos de grandes dimensiones y con contenido pampino y que describen sabiamente nuestra tierra nortina.

El autor, al ver terminada su obra, aseguró que siente mucho orgullo por lo realizado. “Esto por el equipo humano formado y el trabajo ejecutado fue de gran nivel. Es fundamental el amor y la pasión que cada uno de quienes participamos en este proyecto le hemos dedicado”.

Agregó que “es momento que los antofagastinos nos asumamos y valoremos  nuestra historia y nuestro futuro. Muchas veces las críticas y reclamos sin fundamento solo nos achatan como sociedad. Es  la hora de dejar de hablar y empezar a hacer cosas concretas por nuestra ciudad. Cuando las cosas se tornan complicadas es cuando más debemos perseverar”.

Este proyecto fue impulsado por la Corporación PROA, respaldado por la Corporación Cultural de Antofagasta (CCA) y financiado por Barrick Zaldívar, Antofagasta Minerals y Sierra Gorda SCM. Entidades que financian esta iniciativa bajo el alero de la Ley de Donaciones Culturales. 

Inauguración

La inauguración, preparada especialmente por la Corporación Cultural de Antofagasta (CCA), se efectuará el jueves 24 de abril a las 20:00 horas y será una gran fiesta ciudadana, ya que toda la comunidad está invitada a la plaza del Teatro Municipal.

En ella, los asistentes podrán no sólo ver por primera vez el mural en su plenitud, sino también podrán disfrutar de la intervención de la Orquesta Sinfónica de Antofagasta, dirigida por el maestro Christian Baeza y además una pieza de la aplaudida creación de danza Signos de la Pampa, a cargo del Ballet de Cámara de CCA. Justamente ésta última, tiene varias nominaciones a los Premios Altazor 2014.

 Obra finalizada

Para quienes aún no se han detenido a ver tras las telas que recubren el mural (para dejar la sensación de espera para la gran inauguración), les contamos que es una pintura hiperrealista con la técnica de la “trampa al ojo”, en toda la extensión del muro oeste, lo que implica más de 900 metros cuadrados. En este mural se plasmará la historia de la comuna mediante la puesta en valor del ser humano como principal recurso de nuestra zona.

De esta forma, se destacará a la mujer, al aborigen, al inmigrante y al minero, pues en ellos se refleja el espíritu de nuestro norte y la constante reinvención de sus habitantes.

A la vez, se intervino un sector con láminas de cobre no tratadas, de manera que los procesos naturales del mineral evolucionen y cambien sus tonalidades, demostrando que este material en apariencia inerte, es donde su sustenta nuestra vida.

Fueron más de cinco meses de arduo trabajo, que junto a su equipo conformado por Liuman Díaz, Benjamín Contador, Carlos Massardo y Dalibor Kurte, dieron vida a este gigante que describe parte de la historia de esta zona de sol y cobre.

Un gran regalo para la ciudad y que viene a enmarcar de gran manera el casco histórico de la ciudad, siendo uno de los recorridos obligados tanto de forma turística como artística del epicentro de las artes del Norte de Chile.