El ministro de Defensa, Rodrigo Hinzpeter, en entrevista con CNN Chile se refirió a la "Reunión 2+2" con Perú y al actual clima político tras la baja de la candidatura de Laurence Golborne y la proclamación de Pablo Longueira como abanderado de la UDI. 

El ministro declaró que espera poder profundizar las relaciones con Perú, que actualmente son buenas, y que ante cualquier decisión del fallo de La Haya estas seguirán de forma estable y continúen con el intercambio, tanto cultural como comercial. Respecto a la demanda boliviana, dijo que "objetivamente Chile no tiene un problema pendiente con Bolivia" por lo que cree que no se llegará muy lejos en la corte por la poca elaboración de la tesis. 

Sobre la actual situación que se vive en el partido de la Unión Demócrata Independiente y Renovación Nacional por sus abanderados, declaró que "no me gusta lo que ocurrió con Laurence Golborne" y la aproximación que tuvo Andrés Allamand ante lo ocurrido. Hinzpeter mencionó que el abanderado UDI se anticipó a los hechos a los cuales se "equivocó la reacción que él tuvo". 

Ante la discusión que se presentó entre ambos partidos sobre las primarias comentó que "hubo una fuerte situación de fricción" y que cuando ocurren estas situaciones se deben sanar de forma rápida, ya que el propósito político es "ganar las elecciones para gobernar el país en función de tener una visión mejor que los adversarios" a costa de una unidad y un buen programa. 

Asimismo, manifestó que los conflictos se deben dejar de lado ya que a Chile hoy le conviene que la "Alianza tenga una oportunidad más de gobierno", puesto que 4 años es poco y le tocó solucionar diversos problemas como el tema del terremoto. 

Por otro lado se refirió a los candidatos los cuales, en forma medular, representarán una centro derecha liberal con un fuerte componente social y preocupación por las clases más vulnerable, con un compromiso con la libertad y desarrollo social, y que la diferencia estará en el enfoque y estilo que le darán a estos temas. 

Sobre la ex mandataria Michelle Bachelet, afirmó que la Democracia Cristiana no está de acuerdo con ciertas políticas del Partido Comunista como el apoyo a China, Cuba y su "supuesta democracia", su tristeza hacia la muerte de un "ser sanguinario" como el ex gobernante chino, además de no avalar el emprendimiento social y que todo debe ser parte del Estado.