¿Aburrido de los ofertones de campaña?, ¿de los políticos que no cumplen? ¿de ese maravilloso invento llamado programa, pero que al parecer luego de un par de meses en la Moneda, se les olvida?. El voto programático puede ser una salida efectista contra ese vicio democrático. 

El 9 de junio pasado, ingresó a trámite legislativo un proyecto que reforma la constitución nacional y que incluye el voto programático. La moción obligaría a todos los candidatos elegidos mediante elección popular, el presentar un programa vinculante ante la ciudadanía y poder ser destituido de su cargo, en caso de no cumplirlo. 

El proyecto, que cuenta con el apoyo de un grupo de parlamentarios de casi todos los partidos de la Concertación, tendría el poder para revocar desde el presidente de la república, hasta un concejal de un municipio.

Según Iván Salazar, Gestor Nacional de la Oportunidad de Relevancia Continental, Ciudades Sustentables en la Fundación Avina, el proyecto chileno se apoya en otras experiencias latinoamericanas, como la ocurrida en Colombia, Brasil y Argentina, donde el plan se evalúa mediante una cuenta pública. 

Uno de los principales escollos que denota Salazar, es la poca participación de la ciudadanía en la política, ya que considera que "un sistema democrático que funcione realmente, permitiría ir resolviendo todos los problemas de desigualdad, contaminación, etc". 

Durante el streaming, la senadora demócrata cristiana Soledad Alvear, declaró su apoyo a la iniciativa e Iván, relató que se logró que el PPD, incluyera el punto cinco de su programa de reformas constitucionales, al voto programático. 

Salazar y su fundación, esperan que sumado al apoyo parlamentario, este proyecto de ley pueda este vigente para las próximas elecciones del 2012.