Agricultor antofagastino espera impactar al mercado con producción de tomates hidropónicos

Esteban Mateo Zlatar Varas espera revolucionar el mercado del tomate  con una producción de 21 toneladas que cosechará en noviembre de este año, con media hectárea de tomates híbridos bajo invernadero plantados en sustrato en lo alto de La Portada de Antofagasta. Una apuesta de este loco agricultor que tras varios intentos encontró un espacio en la Asociación de Agricultores de Altos La Portada.

Por años un grupo de emprendedores  ha soñado con la agricultura del desierto, sirviéndose de la tecnología para su concreción, así lo cuenta el presidente de la agrupación, René Sierralta, que está ad portas de inaugurar un packing que apunta abastecer de hortalizas al norte del país. “La tecnología debió entrar sí o sí y obligadamente y lo que ven ustedes es eso, para poder manejar el recurso del agua, había que pensar en su optimización”.

Zlatar cuenta que la organización que preside Sierralta es la única que le creyó, con quién en el sector La Chimba comenzó a hacer las pruebas hace tres años “saqué tomates de 250 gramos cada uno, cada mano pesaba un kilo y esto da como seis. Por lo tanto, son seis kilos, de los cuales sólo se considerar tres, los que son vendibles por su tamaño”.

Muchos son los organismos públicos y privados que lentamente se han ido sumando a esta locura que espera impactar al mercado nortino y antofagastino con hortalizas producidas en esta región eminentemente minera. Así relata la alcaldesa de Antofagasta, Marcela Hernando, “nosotros hemos invertido ya 115 millones de pesos que ha significado varios invernaderos y el packing, también hemos colaborado con la formación de los agricultores que han viajado a Israel a ver algunas técnicas para incorporarlas a este proyecto”.

El director de INDAP Región de Antofagasta, Gerardo Castro, indicó que “con el sólo hecho de poder cambiar el eje de la agricultura tradicional hacia las aplicaciones tecnológicas, podemos lograr resultados como éste”. Es más, la autoridad del agro regional enfatizó que “en un lugar como éste, es posible producir un producto limpio, pero además con un 25% del agua que se utiliza en cualquier otro cultivo. Por lo tanto, la agricultura del desierto es el futuro de esta región y por supuesto nosotros vamos a apoyar para que esto suceda lo más rápidamente posible”.

Una verdadera locura que al lado de los 23 kilos per cápita que consume cada chileno resulta rentable en un mes que se vaticina una baja oferta de este producto. La Oficina de Políticas Agrarias, ODEPA, señala que en Chile la producción de tomates es cerca de 300 mil toneladas que Esteban Zlatar espera sorprender con una participación próxima al 10%, con un producto limpio, sin fertilizantes, de calidad, buen tamaño, color y sabor.

Así, este agricultor agrega que “se trata de una producción limpia, donde no se usan desinfectantes, no va haber cáncer estomacal, no van a haber un montón de enfermedades que en estos momentos la gente está padeciendo. Esto, es para el futuro, es para la ciudad entera, es para todo el sector, para Iquique, Tocopilla, para todo los lados nuestros y esto lo van a hacer en todo el norte, porque tenemos la gracia que todavía hay mucho sol”.

Atrás quedó el tomate que era un producto solamente de verano, en la actualidad está presente durante todo el año en la mesa de los chilenos. De esta manera comienzan a trazarse los inicios de la transformación agraria que experimentará la región minera del país.