Amor sin carne, Carne sin amor

Amor sin carne, Carne sin amor

02 Agosto 2020

¡Los animales, para muchos de nosotros, son seres amados y esperamos que sean tratados como tal!

Manuel Carmona >
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Por Manuel Rodrigo Carmona Araya. Abogado y Escritor.

El delito de maltrato animal está contemplado en el artículo 291 bis del Código Penal, introducido por la Ley N° 20.380 de 2009. Sanciona a quien cometa actos de maltrato o crueldad con animales, con presidio menor en su grado mínimo a medio (de 61 días a 3 años) y multa de 2 a 30 UTM, o sólo con esta última pena.

¿Qué es un animal?

Según la Real Academia de la lengua Española corresponde a un ser orgánico que vive, siente y se mueve por propio impulso. Para legislación chilena, los animales son cosas objetos de posesión, dominio y desde los últimos años, objetos de delitos de quien cometiere actos de maltrato o crueldad contra ellos. Sin embargo, estos intentos por definir el concepto de animal son ingratos y fríos para quienes hemos compartido episodios de nuestras vidas con quienes podríamos considerar como un integrante más de nuestras familias.

Desde tiempos lejanos los animales, al no ser considerados personas, es decir, individuos de la especie humana han tenido que sufrir del capricho de cada uno de nosotros, como objetos de experimentos, alimentación, utensilios de adorno, espectáculo, etc. En ese sentido, sería interesante pensar en que si un día nos visitara una raza alienígena y tuvieran la mala costumbre de alimentarse de carne humana ¿Qué podría exonerarnos de tal necesidad o capricho?

Con repulsión hemos sido testigos de casos donde nuestra propia especie ha cometido actos deleznables como el Alemán Armin que asesinó a su víctima en una mesa de descuartizar:

“grabó todo en cámara de vídeo. Cual programa del Gourmet, Armin explicaba los cortes que realizaba y la ventaja culinaria de cada uno de ellos. Despostó el cuerpo y conservó la carne en la heladera. Después de la faena, Armin vio cumplido su deseo de comer carne humana. Según dijo después a la Policía, “la carne humana tiene un sabor parecido a la carne de cerdo”.

No obstante, lo anterior resulta evidentemente macabro; muchas y muchos hemos sido presas de nuestra cultura alimenticia, donde el no comer carne se asocia a tener una mala salud, este paradigma queda perfectamente plasmado en las palabras dirigidas a Gandhi por su amigo de infancia,

"Somos un pueblo débil porque no comemos carne. Los ingleses son capaces de gobernarnos, porque son carnívoros. Ya sabes lo fuerte que soy, y lo buen corredor que soy también. Es debido a que como carne. Los carnívoros no tienen furúnculos ni tumores, y si alguna vez llegan a tenerlos, se curan rápidamente. Nuestros profesores y otras personas distinguidas que comen carne no están locos. Conocen sus virtudes. Deberías hacer lo mismo. No hay nada como probar. Prueba, y observa la fuerza que da".

La pregunta que quisiera plantear, pecando de extremar los términos para poder sensibilizar a las y los lectores; ¿cuántos animales tendrán que ser masacrados para que la humanidad tome conciencia del genocidio que estamos cometiendo?

Difícil resulta ser optimista ya que si no solemos ser empáticos con quienes consideramos de nuestra propia especie, que les queda a ellos, a quienes nuestro ordenamiento jurídico supone cosas. Incluso pensando en las repercusiones en caso que así fuera, ¿Cuántas industrias que amasan fortunas se verían amenazadas si el ser humano recapacitara sobre la el asesinato y consumo de animales?

Pero no todo es tan gris, afortunadamente esta indiferencia global está empezando a cambiar, cada día son más las personas que eligen no alimentar a las industrias que lucran con el dolor animal; cada día son más las personas que optan por la alimentación vegetariana, la alimentación vegana u otras alternativas alimenticias menos hostiles para la salud y que son respaldadas por estudios científicos serios que se buscan invisibilizar.

Esta lenta, pero inevitable evolución se está gestando por los propios animales, quienes, en su propia interacción con el ser humano, han dejado pruebas irrefutables, de que comparten rasgos en común con la naturaleza humana: razonamiento, aprendizaje, sensibilidad y capacidad de amar y ser amados

¡Los animales, para muchos de nosotros, son seres amados y esperamos que sean tratados como tal!

 Un adelantado a su época o “más despierto” como lo era Leonardo da Vinci señaló:

“Desde una edad temprana he rechazado el uso de la carne y llegará el día en que hombres como yo, verán el asesinato de animales como ven el asesinato de personas”