Cine: “Batman: El Caballero de la Noche Asciende” (2012), la Experiencia Nolan

29 Julio 2012

Sin superar a su predecesora, un cierre de trilogía épico como sólo Ciudad Gótica se merece.

Wladimyr Valdivia >
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Por Wladimyr Valdivia W.

 Lo primero: si teme leer esta crítica por la posibilidad de encontrarse con algún spoiler, pierde cuidado, que no leerá nada que no haya visto en el trailer o leído en la sinopsis oficial. Crecí odiando los adelantos.

 Sin duda, una de las películas más esperadas del 2012, tanto por la crítica especializada como por el público en general. Y no hablo sólo de ese cautivo seguidor del personaje desde su aparición en comic y revistas, sino también por todos quienes se deslumbraron con la nueva trilogía dirigida por Christopher Nolan (“Memento”, “Inception”), uno de los directores más aplaudidos de la última década. Para quienes no lo saben, esta nueva saga esta basada en la tetralogía creada por Frank Miller en 1986 llamada “Batman: The Dark Knight Returns”, que marcaba el regreso de Batman como un personaje mucho más complejo y decidido a limpiar Ciudad gótica.

 Escrita por el propio director junto a su hermano, Jonathan Nolan y a David S. Goyer, nos situamos ocho años después de los hechos ocurridos en “The Dark Knight” (2008). Bruce Wayne (Christian Bale) se encuentra retirado y escondido en su mansión tras asumir la culpa por la muerte de Harvey Dent. El Comisionado Gordon (Gary Oldman), quien carga con el peso de la mentira, cree pertinente dar a conocer la verdad a la comunidad. Pero la tranquilidad en Ciudad Gótica llega a su fin cuando Bane (Tom Hardy), un villano de fuerza sobrehumana, llega a la ciudad para instaurar el caos, cuando intenta apoderarse de un proyecto secreto basado en energía nuclear, financiado por Empresas Wayne, para convertirlo en un arma mortal. Por otra parte, Selina Kyle (Anne Hathaway), una experta ladrona, se deja caer en la Mansión Wayne, siendo parte de esta nueva oleada de delincuencia que obliga al multimillonario a volver a ponerse el traje.

 No podía ser de otra manera. Nolan, siguiendo su línea, cierra la trilogía manteniendo la complejidad del personaje por sobre la caricaturización de la saga iniciada por Tim Burton en 1989. Vemos un Bruce Wayne viejo, agotado, cargando con la cruz de tantas muertes, pero con la convicción de que todo tuvo un sentido único como lo fue rescatar a Ciudad Gótica de las garras de la anarquía y el crimen. Vemos al Batman más real y terrenal de toda la saga, expuesto, en su máxima expresión, a sus peores miedos y al sufrimiento que significa no haber podido hacer justicia aún tras la muerte de sus padres, en una ciudad donde la esperanza se ha convertido en el verdadero enemigo y la corrupción en un bien necesario. Donde la lucha es moral, más allá de la maldad contra el orden. Es, junto a “Watchmen” (2009), la cinta que más se acerca al espíritu del comic al cual pertenecen, respetando el desarrollo psicológico de los personajes en función del capítulo en la vida de cada uno de ellos. Y Christian Bale termina por erigirse como el mejor de los Batman en la pantalla grande, devolviéndole el alma a un superhéroe sin poderes, pero que no le cabe el corazón en el pecho.

 El villano escogido para esta ocasión es Bane, superdotado de fuerza física que respira y soporta el dolor constante gracias a una máscara de gas (a diferencia del comic, donde incrementa su fuerza a través de una droga intravenosa), el que llega a Ciudad Gótica para devolverle la ciudad a la gente y arrebatársela a los políticos, autoridades y poderosos. Otro personaje de verdad, que no dispara telarañas ni tiene vista rayos X, pero que es capaz de hacerle frente a Batman y hacerlo retroceder como ningún otro lo ha hecho en ocho películas ya filmadas. El encargado de vestir la máscara es Tom Hardy (“Inception”, “Tinker Tailor Soldier Spy”), impecable en el papel, impregnado del mismo dolor y sufrimiento, esta vez, a favor de lo que considera justo para Ciudad Gótica: hacer cumplir los deseos de Ra’s al Ghul de entregarle a la gente el control de la ciudad. Por otro lado, Anne Hathaway (“Rachel Getting Married”, “The Devil Wears Prada”), -sin la desbordante sexualidad de Scarlett Johansson como la Viuda Negra, pero más hermosa que nunca-,  le devuelve la dignidad a uno de los personajes más interesantes del comic, iniciado por Michelle Pfeiffer en 1992 y arruinado por Halle Berry el 2004. A favor de la historia, Nolan optó por que nunca se mencione el nombre de su personaje durante toda la película, lo que favorece su credibilidad, alejándola de cualquier super poder adquirido gracias a la crianza descontrolada de gatos o alguna simple mordedura. Poco que decir sobre el resto del elenco. Me inhabilito para opinar sobre Gary Oldman, Morgan Freeman y Michael Caine, a estas alturas, tres monstruos del cine norteamericano.

 El ritmo de la película es sencillamente abrumador. Los 164 minutos que dura su proyección se hacen humo con un pulso trepidante y absorbente, escenas estridentes con la dosis justa de efectos especiales y supra realismo, con los momentos altos dispuestos de manera casi matemática. Quizás uno de los pocos desaciertos de la película es el traslapado montaje de escenas, por la excesiva cantidad de sub historias que ésta contiene, entrelazadas unas de otras y que, muchas veces, exigen el máximo de atención; lo que no afectaría tanto si dichas historias no fueran tan relevantes para el desarrollo del argumento. Otro aspecto a destacar en negativo es la escasa descripción de los nuevos personajes (Bane, Blake, Selina Kyle), dejando a la deriva sus reales motivaciones, lo que en “The Dark Knight” (2008) fue el punto alto de una cinta sostenida precisamente sobre los diálogos entre el Guasón y Batman, sus pasados y la disposición casi filosófica de cada una de las acciones. Sin embargo, el uso de clichés, frases esperables y momentos algo forzados, esta vez se pueden dejar pasar, aceptándolos como recursos casi obligatorios para apegar el film a las viñetas de comics y evocar el corazón de los más fanáticos del personaje, quienes no perdonarían la ausencia de estos elementos.

 El multi nominado y ganador de un Premio Oscar en 1994 por “El Rey León”, Hans Zimmer, saca título de Doctorado con una banda sonora original que parece emerger desde las últimas cloacas de Ciudad Gótica, componiendo las mejores de sus partituras y musicalizando el film de principio a fin, dándole la grandilocuencia y oscuridad que el desarrollo de la trama exige.

 Forzado a no emitir mayores juicios ni a revelar nada importante de la película, debo ser justo: el máximo logro de Christopher Nolan fue instalar su propia vara el año 2008 cuando realizó “The Dark Knight”, una cinta insuperable por su oscura complejidad, la reinversión del personaje, el nacimiento de un villano que marcara una época y la creación de una Ciudad Gótica que pedía a gritos ser retratada como la pensó Bob Kane en 1939, agobiada, sumida en el caos y que requería con urgencia ver llegar la justicia al costo que fuera.

 Quisiera estar declarando una nueva marca mundial en el podio de la ciencia ficción y la adaptación de comics, pero no lo es, culpa de esa forzosa búsqueda por parte del guion de resolver todo en todo momento, cayendo en ciertos hechos previsibles. Sin embargo, sin lograr superar a su predecesora y sin ser el cierre perfecto, “Batman: El Caballero de la Noche Asciende” (“The Dark Knight Rises”) resulta un final épico para una trilogía que hace ver en pañales cualquier cinta del Universo Marvel y que posiciona a Batman en lo más alto del Olimpo de los superhéroes, cuya media hora final vale el precio de todas las entradas que puedas pagar durante todo un año.

 Y si lee por ahí una crítica de la película analizándolo todo y bajándole puntos por no cumplir con las expectativas de la promo y el marketing, no haga caso. Tampoco hágame caso a mí. Vaya al cine y disfrute la experiencia.

 

 

Ficha Técnica:

EEUU, 2012, 164 min.

Título Original: “The Dark Knight Rises”.

Director: Christopher Nolan,

Guión: Christopher Nolan, Jonathan Nolan, David S. Goyer, Bob Kane.

Elenco: Christian Bale, Tom Hardy, Anne Hathaway, Michael Caine, Gary Oldman, Joseph Gordon-Levitt, Marion Cotillard, Morgan Freeman, Juno Temple, Matthew Modine.