Vive solo y va de la casa al trabajo y del trabajo a la casa. Sale poco pero comenta que tiene buenos amigos chilenos. Su vida es dedicarse al comercio y cuando tiene la oportunidad, va a visitar a sus amigos o “primos” como les dice él, a Iquique o Santiago, donde ellos también atienden locales.

Kassem Kheir Edding llegó hace cinco años a Chile sin saber nada de español. Los primeros tres años vivió entre Santiago y Antofagasta. Ya el 2009, se quedó definitivo en la Perla del Norte donde tiene un local ubicado en calle Matta con Prat, llamado “Fares”, lugar donde pasa gran parte del día atendiendo a clientes y practicando el español. Considera que Antofagasta es un lugar muy tranquilo para vivir y que le gusta más que el movimiento de Santiago, aunque asegura que en ocasiones se aburre y que extraña poder conversar con sus amigos en su idioma.

Una de las cosas que más le llaman la atención, es que se ha dado cuenta de cómo es la justicia en Chile, “en mi país si alguien me roba, yo lo saco a patadas, acá me llevarían detenido a mi...en el Líbano si pillan a alguien robando son mínimo tres meses en la cárcel, acá están un día y quedan libres”.

Mitos

Siempre se ha comentado del machismo de los árabes hacia las mujeres. Existen mitos como que la mujer debe caminar varios metros atrás del hombre o que cuando se casan las intercambian por oro, camellos u otras especies de valor. Estas ideas retrógradas son los que Kassem desmiente y cuenta un poco sobre cómo es la relación entre el hombre y la mujer en el mundo árabe.

Por ejemplo, entre hombres y mujeres no se saludan como nosotros los hacemos con un beso en la mejilla, y para pololear, hay todo un ritual antes de decidir si exponerse a andar de la mano o besarse en público, porque es mal visto. “Cuando uno quiere pololear, tiene que ir a pedir la mano de la mujer a la familia de ella y comprometerse, se ve feo si salimos juntos como pololos si no he pedido nada formalmente”. Antes de eso pueden salir, tomar un jugo, pasear si es que se están conociendo. “Acá es muy diferente, acá pololean, tienen hijos y después se casan”, bromea.

La pareja una vez que están comprometidos, antes del matrimonio, el novio debe hacerle un regalo a la novia que puede consistir en joyas de oro. En el caso que quieran separarse, deben pagar a la mujer una cantidad de dinero, “son como 50 millones de pesos y eso es para asegurarla a ella y que no se quede en la calle”.

Musulmán

A pesar que fue discreto sobre en profundizar en su religión, él sigue la religión Musulmana. Quizás más de alguna vez ha oído que ellos creen en “Alá”, pero ¿quién es él? el mismo Dios en el que creen todos quienes profezan una religión. El nombre Alá, no significa nada más que Dios en árabe y lo que ellos creen es que el último profeta fue Mohammed o más conocido en español como Maoma. No pueden comer chancho porque según su religión es un animal impuro y no pueden tomar ni una gota de alcohol. Kassem cuenta que tampoco come ningún tipo de carne, ni de vacuno, ni de pollo, porque en Antofagasta a diferencia de Santiago, no existe ninguna carnicería que venda carne bajo las leyes del Corán. “La diferencia es que el animal tiene que ser matado de manera que no sufra”.

Kassem en Chile es soltero pero se casó bajo las leyes de su religión en su país, lugar donde se encuentra su esposa y espera poder vivir con ella ahora que viene de visita, siempre y cuando le guste la ciudad. Ahora en estas fechas se encuentra dedicado 100% a su local donde tiene dispuesto al público gran variedad de juguetes para esta navidad. Pueden visitar su negocio que queda en calle Matta al lado de la tienda Las Paulinas y se llama “Fares”.