Fiestas Patrias en el Norte de Chile: No cambiemos el cactus por el copihue

Fiestas Patrias en el Norte de Chile: No cambiemos el cactus por el copihue

19 Septiembre 2011

No CAMBIEMOS el cactus por el copihue, el zorro por el caballo, la minería por la agricultura, el pintatani por la chicha, el cachimbo por la cueca, la calapurca por la cazuela, no cambiemos el NORTE por el SUR.

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Las Fiestas Patrias se celebran con el fin de conmemorar el inicio del proceso de formación de Chile como un Estado Nacion autonoma de la Corona Española.

Todo este proceso de independencia se inició históricamente con la proclamación de la Primera Junta de Gobierno el 18 de septiembre de 1810. Erróneamente, en algunas oportunidades se habla de esta fecha como "dia de la independencia",  sin embargo, la firma del Acta de Indepencia recién se realizaría el  12 de febrero de 1818.

La celebración anual del 18 de septiembre se ha realizado en Chile desde 1811, en un inicio como celebración del establecimiento de la Junta y luego como celebración del proceso independentista. La única excepción fue entre 1814 y 1817  llamado el período de la Reconquista. 

201 años después, evocamos las primeras tareas  ejecutadas por aquel suceso del 18 de septiembre de 1810, entre ella; ampliar y reorganizar las tropas del Ejército Chileno, Convocar a un Congreso Nacional, Declarar el libre comercio internacional y Establecer las  Comunicaciones con la Junta de Buenos Aires.

Como nortinos debemos incorporarnos a la celebración, desde lo que somos y desde lo que poseemos, aunque seamos chilenos hace 132 años como producto de una guerra. Como tocopillanos, debemos tomar este "18" como una oportunidad para rescatar nuestra identidad vinculada con la pesca, la minería, el salitre y cobre, con el cactus, el pimiento y el jote. Nuestros símbolos construidos por los nortinos en base a lo que nos posibilita la geografía y lo que nos proporciona el medio.

En ese contexto, no CAMBIEMOS el cactus por el copihue, el zorro por el caballo, la minería por la agricultura, el pintatani por la chicha, el cachimbo por la cueca, la calapurca por la cazuela. No cambiemos  la limpieza de canales por la trilla, el chullo por la chupalla, ni los peroles por la empanada, al chango y atacameño por el huaso, el charango por la guitarra, no cambiemos el NORTE por el SUR.  El norte, Tocopilla, sin copihues, también es Chile. Tocopilla, sin rodeos ni chicha, también es Chile. Pero con sus pescados, mariscos y mineros.

Cada 18 de septiembre se transforma en  una fecha valiosa, un motivo de celebración  que nos permite conmemorar lo que somos como nación y por sobre todo lo que hemos logrado en estos 201 años. Es un momento crucial para reflexionar sobre lo que hemos hecho bien y lo que debemos cambiar y mejorar  en los próximos años. A partir de ese análisis, el 18 de septiembre,  nos brinda una oportunidad única para sentirnos orgullosos de lo que somos, y soñar el país que queremos y así construir un país para todos. 

Por Damir M. Galaz-Mandakovic Fernández
Profesor de Historia y Geografía (U.T.A.)

Licenciado en Educación (U.T.A.)
Magister (c) en Ciencias Sociales c/m Gestión. (U.A.)
Bloghttp://tocopillaysuhistoria.blogspot.com
Web http://damirgalaz.bubok.com/
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Comentarios

Imagen de Carlos Díaz Rojas

Estimado Profesor: Soy un

Estimado Profesor:

Soy un cuequero de la línea de la llamada "cueca brava", y siempre me ha interesado mucho la historia. Por eso he leído e investigado mucho sobre los orígenes de nuestra danza nacional.

Sus palabras me hacen mucho sentido, sobre todo de cara a los tremendos vicios con que se enseña el folclor en nuestro país. Ciertamente los nortinos no tenemos por qué "disfrazarnos" de huaso para fiestas patrias o cualquier evento folclórico. Pero esto no solo es en el norte, sino a lo largo de todo el país. Lo invito a profundizar sobre el tema, y me encontrará la razon. Si nos remitimos al origen estricto, nuestra cueca es mucho mas urbana que campesina, y desde siempre la masa demográfica ha estado en las ciudades, y la población rural minoritaria.

En lo único que voy a discrepar con usted es en lo referente a tradiciones musicales. Los chilenos de todo el país siempre hemos sido poco identificados con nuestra cultura más profunda. "Compramos lo que nos vendan desde afuera". Si contaramos por mano alzada a la gente que sabe bailar cachimbo en todo el norte (y que no pertenezcan a algun conjunto de proyección folclorica) creo que nos llevaríamos una triste decepción. Si bien hay danzas que son características de la zona, pierden bastante fuerza por el poco valor que les damos los ciudadanos en general.

En lo referente a la cueca, no hay que ser tan extremista y rechazarla de plano, ya que hay que pensar que el norte en general ha aumentado su población gracias a los sureños que han llegado en busca de mejores horizontes. Y así como llegó el "roto chileno" desde el centro y sur, también llegó la cueca chilena. Y según entiendo por lo que he podido aprender, el cachimbo es una especie de "nortinización" de la cueca.

En lo personal, yo estoy por erradicar del norte y de otras urbes la figura de lo campesino y rural, para realzar las tradiciones y costumbres urbanas, también llenas de riqueza, tesoros que hay que desempolvar para que nos muestren su brillo.