Impacto mundial por foto de hombre cuyo rostro fue destrozado por un tigre hace 20 años

29 Septiembre 2017

"Necesito desesperadamente que mi cara sea mejorada. No quiero ocultarme más detrás de esta máscara", declaró desesperada la víctima del brutal ataque.

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Impacto mundial ha provocado la fotografía que muestra el estado del rostro de un hombre que fue brutalmente atacado por un tigre hace 20 años. Así fue como la foto, publicada por Infobae, se hizo pública y generó estupor entre los usuarios de Internet y de las redes sociales.

ATAQUE

Hashmot Ali nunca pensó que una salida en bote para pescar el alimento para su familia tendría un final tan terrible. Fue, justamente hace 20 años atrás, cuando la vida de este hombre oriundo de Bangladesh cambió para siempre.

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Ali se encontraba durmiendo en un bote, amarrado a un pequeño muelle del país ubicado en el sur de Asia, cuando súbitamente un tigre comenzó a atacarlo brutalmente. De milagro sobrevivió, pero, lamentablemente, la mitad de su rostro quedó completamente desfigurado.

Según consignó Infobae, el hombre -padre de tres hijos- se refugió en por todos estos años en su precaria vivienda, saliendo solo para los indispensable, y ocultando su cara con un pañuelo que atraviesa en diagonal su faz, dejando visible solo su ojo derecho.

La publicación consignó que hoy, a los 45 años, el pescador decidió mostrar su verdadero rostro, como forma de “liberar los demonios” que por años lo han atormentado.

CIRUGÍA PLÁSTICA

Una de las razones de hacer público su caso, es que Ali -ahora en Dhaka, capital de Bangladesh- clama que le realicen una cirugía plástica.

"Necesito desesperadamente que mi cara sea mejorada. Es muy importante volver a lucir normal. Quiero mi vida con orgullo. No quiero ocultarme más detrás de esta máscara", declaró.

Este hombre quiere volver a ser quien era, quiere reconocerse frente a un espejo. Especialistas de su país, le ha indicado que, con un intenso trabajo de intervenciones quirúrgicas, recién dentro de dos años podría ver los primeros avances. Lo que le sobra es paciencia.