Buenas conversaciones, buenos futuros
La carta de Monseñor Ezzati y líderes de otras iglesias en contra de la Ley Antidiscriminación
La carta de Monseñor Ezzati y líderes de otras iglesias en contra de la Ley Antidiscriminación
En octubre de 2011 los líderes de distintas iglesias, enviaron una carta al Gobierno y parlamentarios. Esa carta influyó en la votación contraria a la Ley Antidiscriminación de los parlamentarios conservadores, que con la muerte de Daniel Zamudio volvió a la conversación.
Andrés Abarca >
authenticated userCarta acerca de los Valores Fundamentales sobre la Vida, el Matrimonio y la Familia
Señor Presidente de la República
Señores y Señoras miembros del Poder Legislativo y del Poder Judicial
Presente
Mirando por el supremo bien de Chile y los valores fundamentales que
inspiran una cosmovisión cristiana del ser humano y de la sociedad en
que vivimos, las Iglesias y comunidades eclesiales abajo firmantes,
conjuntamente y en unidad de intenciones, venimos a plantear ante
ustedes, autoridades del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, con
respeto, lo siguiente:
1. Afirmamos con toda claridad que la Vida, el Matrimonio y la Familia,
constituidos por la unión de un hombre y una mujer, son el fundamento y
la base de la sociedad, y que es obligación de Estado promoverlas y
evitar aquello que dificulte su desarrollo. La salud o enfermedad de una
sociedad y de su Estado se refleja en la situación de sus familias.
2. Respetamos profundamente a quienes piensan de manera diversa en estos
temas, sin embargo ello no legitima que se introduzcan cambios
conceptuales drásticos en la legislación que afecten las profundas
convicciones arraigadas en nuestro pueblo. De la misma manera, creemos
que las leyes que emanan del poder legislativo deben respetar siempre el
designio creador sobre el ser humano y lo que la misma naturaleza nos
enseña acerca del amor humano, la vida y la familia.
3. Por estas razones nos parece completamente improcedente que se
legisle para introducir en nuestra patria el aborto, es decir la
facultad de poner fin a la vida humana en el seno materno. No existe
ninguna razón que haga lícita una intervención directa con el propósito
de privar de la vida al más inocente de todos los seres.
4. De la misma manera expresamos nuestro rechazo a la legislación que
pretende incluir en el ordenamiento jurídico las uniones de hecho,
especialmente entre personas del mismo sexo. Creemos que aprobar estas
iniciativas, tal como se proponen en los proyectos legislativos
presentados al Parlamento, implica por sí mismo discriminaciones
atentatorias contra el bien de la institución matrimonial e injustas en
contra de la vida.
5. Las Iglesias Cristianas en Chile rechazamos que en la redacción del
actual proyecto de ley que establece medidas contra la discriminación se
use el término “orientación sexual”, un concepto cuya ambigüedad ha
derivado, en otras naciones, en una distorsión de la sexualidad y de
las bases de la familia, así como en un serio peligro para el ejercicio
de numerosas libertades, entre otras la religiosa, que son los
fundamentos de una sociedad libre. Tampoco quisiéramos que, en virtud de
este pretexto, se llegue a permitir el matrimonio y la adopción de
niños y jóvenes por personas del mismo sexo unidas legalmente.
6. Considerando que más de un 85 % de la comunidad nacional se declara
de convicciones cristianas, invitamos a nuestras autoridades y
legisladores a una seria reflexión acerca de las consecuencias que
legislaciones como las señaladas pueden importar para el futuro de
Chile. Estamos ante proyectos que amenazan grandes valores de la ética
cristiana, que son la base de la vida y de la sociedad que buscamos
legar a las generaciones venideras.
7. Nos importan los valores de la diversidad y el respeto en una
sociedad libre y democrática. Pero a la autoridad le corresponde
reconocer que existen principios y valores inmutables que han alimentado
el alma y los cimientos de nuestra nación, cristiana desde sus inicios.
Quienes no los acepten tienen todo el derecho de hacerlo, pero la ley
es una ordenación social, moral y ética para todos y no puede imponerse
contrariando la naturaleza de las cosas y vulnerando, creemos, el
sentir mayoritario del país.
8. En diversos momentos, como entidades cristianas hemos hecho presente
nuestra mirada sobre estas iniciativas. Ahora, en conjunto, pensando
sólo en el bien de Chile, de sus hombres y mujeres, y especialmente de
la juventud, expresamos formal y públicamente nuestra opinión,
solicitando fervientemente a quienes tienen responsabilidades de
legislar, que escuchen y acojan estos planteamientos.
9. Hacemos un llamado fraternal para que nuestras autoridades del Poder
Ejecutivo, Legislativo y Judicial comprendan que estas iniciativas de
ley, actualmente en estado de tramitación, son atentatorias al
desarrollo de valores e instituciones fundamentales como la vida, el
matrimonio y la familia.
10. Todos juntos, elevamos a Dios nuestras oraciones para que la
sabiduría ilumine a nuestros gobernantes, legisladores y jueces,
avancemos por los caminos de la paz y la concordia en nuestra patria y
tengamos leyes que afirmen estos valores e instituciones sobre los
cuales se ha levantado la grandeza de nuestra nación.
Respetuosamente y en la confianza de que estos planteamientos sean
acogidos para el bien de nuestra patria, pedimos la bendición para
ustedes.
Arzobispo de Santiago
Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile
Monseñor Sergio Abad
Arzobispo Metropolitano
Ortodoxo de Chile
Obispo Emiliano Soto
Mesa Ampliada de Organizaciones Evangélicas
Arzobispo Héctor Zavala
Iglesia Anglicana de Chile
Obispo Roberto López
Iglesia Metodista Pentecostal de Chile
Obispo Francisco Anabalón
Iglesia Pentecostal Apostólica