Buenas conversaciones, buenos futuros
¿Las empresas están preparadas para un terremoto en el norte grande de Chile?
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No sabemos cuando, ni donde, pero según los expertos, se tiene la certeza de su ocurrencia. Dado a esta incertidumbre, nos hacemos la siguiente pregunta:
¿Están realmente las empresas, entrenadas y capacitado su personal para reaccionar ante un evento de gran magnitud?
El terremoto y tsunami del 27F, dejo al descubierto lo poco preparados y capacitados que estábamos ante este fenómeno natural. Problemas de comunicación, toma de decisiones, falta de recursos técnicos y personal especializado, acrecentaron aun más la emergencia, la experiencia sirvió para informar y educar a la ciudadanía respecto a su actuar ante este tipo de desastre naturales.
La toma de decisiones acertadas y la capacidad de reacción, son vitales en esos instantes y pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
En cada familia debe existir un líder natural o jerárquico, el cual toma las decisiones velando por la seguridad e integridad del grupo familiar. El padre, la madre, el hermano mayor, son quienes generalmente toman el liderazgo en estos casos, considerando, su jerarquía y conocimientos sobre el grupo.
El terremoto del 27F y los últimos sismos, han ocurrido en horas de la madrugada y/o días festivos, donde la mayoría nos encontramos en nuestros hogares y no en nuestros lugares de trabajo. Somos muchos los que hemos aprendido a reaccionar ante estas emergencias en nuestro hogar, tomar el rol de líder o simplemente saber como reaccionar, pero en nuestro trabajo, ¿quiénes son los lideres?.
Ante la ausencia de este líder ¿tengo la preparación para proteger mi integridad y la de mis compañeros de trabajo?¿tengo los conocimientos y capacitación suficiente para ayudar a quienes están en problemas?
Al respecto, Esteban Acuña experto en rescate y combate de incendios, y Gerente General de Servicios de CapacitaciónEskip Ltda., explica “que la probabilidad de sufrir un accidente, si las personas no cuentan con un plan de emergencia y una capacitación constante, son mayores y las consecuencias pueden ser catastróficas”.
“Siempre es mejor estar preparado para algo que no sabemos cuando pueda ocurrir. Por ejemplo, en un terremoto pueden ocurrir distintas situaciones, ante la cuales debemos saber reaccionar. En un evento sísmico es común que desencadenen hechos, como incendios, derrame de líquidos inflamables, corrosivos, tóxicos, aislamientos en altura o lugares de difícil acceso, entre otros”, menciona Acuña.
